El 90 por ciento de las rosarinas asegura que ser mujer afecta su seguridad personal en el espacio público. El dato surgió en el foro debate sobre Seguridad Ciudadana, realizado el miércoles pasado, con el objetivo de reunir información de ONGs, comisarías, instituciones y estamentos gubernamentales para volcar los contenidos en un solo espacio: el observatorio regional "Ciudades, violencias y género". En el marco del programa Ciudades sin violencia hacia la mujer, ciudades seguras para todas y todos, una de las ideas de la convocatoria fue poner de manifiesto cómo la mujer está condicionada a modificar sus hábitos, actividades, horarios y actitudes. "Les pasa a ocho de cada diez mujeres. En determinados barrios, hay chicas que dejan de estudiar y trabajar; y si lo hacen, buscan salir en determinados horarios, o no se visten con ciertas prendas, porque se sienten amenazadas y acosadas", apuntaron desde Cicsa Red Mujer. En este aspecto, señalaron que casi el 50 por ciento de las encuestadas teme ser asesinada, mientras que a un 40 por ciento le preocupa ser abusada sexualmente.

La idea del foro fue poner sobre la mesa los datos y estadísticas con los que cuenta cada organización, para debatir sobre cada punto, ordenarlos y comenzar a alimentar el observatorio regional para visibilizar toda la información en un solo sitio, y utilizarla como herramienta para construir políticas públicas, por parte de los gobiernos. Esta iniciativa comenzará a funcionar, en principio, en tres ciudades estratégicas: Bogotá (Colombia), Santiago de Chile y Rosario.

Durante el foro-debate, Olga Segovia, de la Red Mujer y Hábitat, de Chile, destacó que "actualmente se está transitando un primer estado de avances, para poder actualizar las matrices que se produjeron y así sistematizar la información sobre la violencia urbana, desde la mirada de género". Además, Segovia enumeró cuatro temas dentro del programa: "Buscamos saber si el contexto institucional es favorable o no favorable hacia una mayor seguridad para las mujeres. Además, indagamos sobre el impacto de las políticas, y su efecto; y el impacto de la violencia, sus niveles y tipología. Mientras que el último punto es el tema de la información, la comunicación, y cómo se visibiliza el problema de la violencia de género".

En varios momentos del encuentro, en el que estuvieron presentes también concejalas y concejales rosarinos, personal de salud pública y de la Guardia Urbana Municipal (GUM), diferentes panelistas subrayaron que Argentina es un país al que "le cuesta contar con estadísticas"; mientras que en Colombia "hay muchísima información sobre estos temas", y Chile "cuenta con varios números recientes", apuntó Segovia sobre los otros dos países que contarán con el observatorio.

En otro de los paneles, Noemí Chiarotti, de Indeso Rosario, aportó datos sobre feminicidios detectados el año pasado. "De 262 asesinatos a mujeres, en Argentina, por su condición de género, 36 corresponden a Santa Fe", que está en el quinto puesto nacional, en feminicidios. 17 de ellos sucedieron en el departamento Rosario. En el 70 por ciento de los casos, el asesino fue la pareja o ex pareja de la víctima. La inquietud generalizada de las participantes del encuentro fue cuántas veces esas mujeres estuvieron al borde de ser asesinadas, hasta que finalmente el agresor lo concretó.

En cuanto a los tipos de violencia de género, se nombraron varios, aunque no se descartó que haya otras: violencia laboral, mediática (en publicidades o programas de televisión), obstétrica (en el pre o post parto), doméstica, visual, el exhibicionismo (cuando un hombre le muestra sus genitales a una mujer, en la vía pública), sexual, verbal y psicológica, son las detectadas. Además, las panelistas plantearon que cuando estos casos son denunciados por las mujeres, la policía, en la mayoría de los casos, "minimiza la situación". Eso hace que la víctima naturalice lo que le pasó o le pasa a diario, y termine creyendo que no son temas tan graves como para denunciarlos.