CIUDAD › TIENE 14 AñOS Y EN AGOSTO PASADO LE HICIERON UN TRASPLANTE DE MéDULA óSEA
"Mi hija Brenda está curada", dijo ayer la madre, rodeada de médicos del Hospital de Niños de Rosario. "En unos meses podrá hacer vida normal", señalaron. La donante para Brenda fue su hermana mayor de 28 años. Ayer, la joven volvió a su casa de Carcarañá.
› Por Lorena Panzerini
Brenda tiene 14 años, y durante los últimos nueve meses luchó contra una Aplasia Medular, que no le permitía producir glóbulos por sí sola. Ayer volvió a su casa en Carcarañá, tras 70 días de internación en el Hospital de Niños "Víctor J. Vilela", donde le realizaron un trasplante de médula ósea, en agosto pasado. Se trata de la primera intervención de este tipo, después de tres años en los que "la sala especializada para trasplante medular infantil no tuvo demanda", según indicó la subdirectora del efector público, Velia Peralta. Ayer, el equipo médico que atendió a la adolescente durante los últimos meses dio detalles de su salud, y sus integrantes aseguraron que "en unos meses podrá hacer vida normal". Liliana Martínez, la mamá de Brenda, se sintió "realmente aliviada" y aseguró que nunca perdió la esperanza de que su hija se curara, aunque reconoció: "El miedo invade. Mi hija estuvo durante más de ocho meses y medio en riesgo de muerte, todos los días. Hoy está sana y su médula está trabajando".
En un clima casi familiar, aunque Brenda Méndez eligió no estar, el equipo médico que la atendió antes, durante y después de su trasplante dio detalles de la intervención ante la presencia del secretario de Gobierno municipal, Fernando Asegurado, y el secretario de Salud pública municipal, Lelio Mangiaterra. La doctora Laura Girardi, jefa clínica de Trasplante de Médula Osea, indicó que la intervención que salvó a Brenda "es más que una operación, es como una transfusión de sangre. Lleva un trabajo en equipo muy importante: primero debe extraerse médula ósea de la donante -que en este caso fue la hermana mayor de la paciente- y luego la infusión de esa médula al receptor". "Todo ese proceso duró alrededor de 12 horas, donde trabaja un grupo en quirófano y otro en la unidad de trasplante". La profesional aseguró que "es un procedimiento muy complicado, y Brenda lo toleró muy bien".
En cuanto a la continuidad de los cuidados médicos de la adolescente, Girardi precisó: "Está con un tratamiento inmunosupresor y profilaxis antibiótica para evitar infecciones. Además, deberá tener ciertos recaudos como por ejemplo evitar el contacto con personas enfermas y no ingerir alimentos crudos. De todos modos, está muy bien y de a poco irá bajando su inmunosupresión y tendrá nuevamente su vida normal".
Por su parte, Liliana, quien estuvo junto a su hija durante una larga estadía en Rosario, relató cronológicamente los hechos que derivaron en el trasplante: "Hasta el martes 24 de enero hizo vida normal: salió con sus amigas, anduvo en bicicleta y fue a la pileta. Al día siguiente tuvo unas líneas de fiebre e inmediatamente fue derivada a Rosario, porque además tenía una disminución de glóbulos". La mujer recordó que apenas fue trasplantada, "Brenda contaba con cero glóbulos blancos y cero neutrófilos. Hoy tiene 12 mil blancos y más de 8 mil neutrófilos: mi hija está curada", dijo mientras las médicas sonreían con admiración. "Nueve meses atrás tuvo una descompostura y tuve que internarla en el hospital Centenario, donde estuvo unos cinco meses hasta que la derivaron aquí (al Vilela) para realizarle el trasplante de médula ósea". La donante para Brenda fue su hermana mayor, Paola, de 28 años, quien se sometió a una sesión de doscientas punciones medulares antes de que trasplantaran a su hermana.
En ese sentido, Silvia Lavitula, jefa del servicio transfusional del efector, precisó que tras el trasplante Brenda cambió su factor sanguíneo. "Ella tenía sangre 0-RH positivo y la hermana 0-RH negativo". Y aclaró que la Aplasia Medular -en este caso idiopática, debido a que no se supo qué la provocó-, no es un cáncer, por lo que "no presenta recaídas". Además, la médica agradeció a los más de 200 dadores de sangre y plaquetas que concurrieron tanto desde Rosario, como de la vecina localidad de Carcarañá.
Por su parte, Peralta remarcó que "la sala de trasplante de médula nunca estuvo cerrada. Siempre permaneció habilitada y no teníamos demanda. Esto es una muestra que el Vilela está predispuesto, que estamos abiertos a recibir derivaciones de pacientes, porque tenemos un equipo que sabe cómo hacer su trabajo". Frente al grupo interdisciplinario integrado por médicas pediatras especialistas en hemato oncología infantil, hemoterapeutas, trabajadoras sociales, enfermeras y psicólogas, dijo: "Estamos orgullosos de los resultados".
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