El municipio convocará a cerca de un centenar de propietarios de tierras de la zona noroeste para empezar a definir el perfil urbanístico de unas 200 hectáreas que hoy pertenecen al área rural de Rosario. El terreno, que supo ser inundable durante años hasta que se concretaron una serie de obras hidráulicas, fue eje de una fuerte disputa entre el lobby inmobiliario y los habitantes de la zona quienes se resistían a abandonar sus hogares para que se levantaran allí barrios cerrados. Esa figura fue prohibida a fines de 2010 por el Concejo, razón por la cual el Ejecutivo analiza por estas horas distintas alternativas que van desde una amplia parquización, pasando por anchas avenidas en los márgenes de los arroyos hasta complejos habitacionales como el que se levantó en el Parque Ludueña. "Por ahora estamos relevando los nombres de los propietarios en el mapa", aclaró la secretaria de Planeamiento Mirta Levin, quien igualmente remarcó que cualquier propuesta que se presente "tendrá en cuenta obviamente a los habitantes del lugar y el valor social de los asentamientos existentes". La funcionaria repasó además los principales cambios instrumentados tras la sanción, hace tres años, del nuevo Código Urbano de la ciudad y adelantó futuras transformaciones urbanísticas.

La titular de Planeamiento admitió que en la Secretaría que dirige generó cierta "sorpresa" la cantidad de "pequeños propietarios de tierras de la zona noroeste de la ciudad que actualmente pertenecen al área rural. Estuvimos mirando el mapa, relevando los nombres y son cerca de cien a quienes en poco tiempo vamos a convocar para empezar a consensuar el futuro de la zona", adelantó Levin quien dijo ser consciente que la tarea "no será para nada sencilla teniendo en cuenta el número de personas involucradas".

En total son unas doscientas hectáreas las que están en juego. "Todavía estamos analizando las alternativas que vamos a proponerles a los propietarios y al Concejo, obviamente siempre teniendo en cuenta a los habitantes del lugar y la cuestión social". Levin reconoció que una opción podría ser "similar al esquema que se impulsó en el Parque Habitacional Ludueña, un modelo asociado entre lo público y lo privado". Puntualmente para la zona noroeste, el municipio evalúa la posibilidad de avanzar con la parquización, habilitar nuevas avenidas sobre el margen de los arroyos y algún tipo de emprendimiento habitacional.

Levin negó que haya tenido algún impacto en la zona la prohibición de construir barrios cerrados que aprobó el Concejo a fines de 2010. "Lo dijimos en su momento, en Rosario no había ninguna presión para levantar countries, apenas algunos pocos emprendimientos, con lo cual la ordenanza que se aprobó no tuvo grandes efectos".

A tres años de haberse sancionado el Código Urbano, ¿qué balance hacen en el municipio de su aplicación, teniendo en cuenta que algunos empresarios promueven cambios?

Para nosotros la evaluación es muy positiva. Todos los "cucos" que se habían planteado en el debate no se cumplieron. No aumentaron los precios por las regulaciones, no se detuvo la construcción de nuevas viviendas, se avanzó mucho en la rehabilitación de inmuebles fundamentalmente en la zona de Pichincha, se promovieron nuevas zonas de radicación con éxito y la ciudad es reconocida por su patrimonio arquitectónico en todos los niveles. No creo que haya razones para volver atrás. Se avanzó mucho en todos estos años.

¿Qué pasará con el denominado segundo anillo de la ciudad que quedó pendiente de regulación tras la aprobación de las normas para el área central y el primer anillo?

Lo estamos terminando de elaborar para mandarlo este año al Concejo. Lo que ocurrió es que su elaboración fue más compleja de lo pensado ya que hubo que tener en cuenta la cuestión industrial al momento de habilitar usos de la tierra. Pero en conjunto con otras secretarías estamos cerca de completarlo.