CIUDAD › EL TESTIGO ADRIáN SáNCHEZ DECLARó DESDE LONDRES POR TELECONFERENCIA
Era un militante de la UES de 16 años cuando la patota fue a buscarlo a su casa. Estuvo 40 días desaparecido y casi dos años en Coronda. Ayer acusó al Ciego Lofiego, al Cura Marcote, a Ricardo Chomicky y a Nidia Folch, que está prófuga.
El 22 de febrero de 1977, un grupo de civiles y militares rodearon la casa de Adrián Sánchez, un militante de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES), que sólo tenía 16 años, y lo llevaron secuestrado hasta el Servicio de Informaciones de la Jefatura de Policía de Rosario. Durante 40 días sufrió terribles tormentos y luego pasó casi dos años en la cárcel de Coronda. Desde Londres, donde vive actualmente, el testigo declaró ayer en teleconferencia ante el Tribunal Federal Oral número 2 que juzga a Ramón Genaro Díaz Bessone, José Rubén Lofiego, Mario Alfredo Marcote, José Antonio Carlos Scortecchini, Ramón Rito Vergara y Ricardo Chomicky por los delitos cometidos en el mayor centro clandestino de detención de la provincia. El testigo recordó cómo Chomicky lo instó a colaborar con la patota, a los golpes, en medio de una sesión de torturas, y también relató cómo fue testigo de un abuso sexual a Carmen Lucero, otra militante de la UES que estuvo secuestrada en el SI.
Adrián estuvo desaparecido durante 40 días en el SI. Posteriormente fue trasladado el penal de Coronda, donde completó 22 meses. "A pesar de que mi familia y amigos se comunicaron con autoridades militares, fue negada mi presencia allí", dijo ayer el testigo.
En otro tramo relató que "fue terriblemente torturado y que esto estaba relacionado con sus actividades políticas en la escuela secundaria". A pedido del fiscal de la causa Gonzalo Stara, Sánchez rememoró los terribles tormentos que sufrió. "Estaba vendado, me llevaron a la sala de torturas, me ataron a una camilla de metal y hubo muchos momentos en los cuales entraban y salían personas, calculo que eran cinco o seis que estaban todo el tiempo presentes durante las sesiones. De tanto moverme la venda se aflojó y pude ver al ciego Lofiego torturándome. También había alguien a quien llamaban el Cura, que se acercaba y me pedían información. La tortura era con picana, golpes en el estómago. El Cura tenía una cruz colgada", relató ayer, el testigo, por teleconferencia.
Sánchez también mencionó a Nidia Folch, que era la novia de Chomicky y está prófuga en esta causa. "Pude identificar la voz de Nilda Folch que hablaba en voz baja. Me pusieron un polvo en la naríz y me desvanecí. Luego entró alguien que me levantó la venda y me instó a que colaborara. Si yo lo hacía, íbamos a recorrer las calles para marcar gente y me iban a sacar del país. Me pegó un puñete, me volvió a poner la venda y se fue. Era Ricardo Chomicki", relató su estremecedora experiencia el sobreviviente. Sánchez se refirió también a otros represores, que no están juzgados en esta causa. "Otros sobrenombres eran el psicólogo, Carlitos, Managua, el Mamut y Diego", señaló.
A la hora de recordar a sus compañeros de cautiverio, Sánchez mencionó a Carlos el cabezón Pérez Rizzo y a Carmen Lucero. "Escuché la voz de Carmen Lucero. A dos o tres metros de donde estaba había dos del SI hablándole muy suavemente y ella les pedía por favor que no y se ve que seguían, ella insistió en que no la tocaran. Lo que escuché fue que se abusaron de ella", relató ayer Sánchez.
Además, brindó importantes datos sobre Analía Minetti, que continúa desaparecida. "En una fecha que no puedo precisar durante mi detención en la favela escuchamos un ruido de mucha gente subiendo escaleras y luego algo que caía en el piso y muchas patadas y zapateo en el piso. Luego corridas como en dirección a la sala de torturas. Más tarde escuché gritos de una mujer por mucho tiempo. Pude reconocer que era Analía Minetti. Dos personas del SI decían que estaba tan destrozada, que tenía los ovarios destrozados y no había manera de salvarla", recordó ayer Sánchez. Ante la presencia de la Cruz Roja Internacional en el país, una noche sacaron a todos los detenidos que estaban marcados por la tortura en un camión. "El coche estuvo dando vueltas todo el día. Paraba y arrancaba. Cuando se detenía algunos de los del SI hablaban. Estaban Analía Minetti, Daniel Farías, Elías Carranza, Daniel Bas y Mansilla. Minetti y Farías tenían mucha dificultad para respirar. A ellos dos los amenazaban y les hacían bromas. Fue un día muy largo y después nos regresaron al SI.", apuntó Sánchez. Al cerrar su testimonio, puntualizó: "Estos monstruosos crímenes son imprescriptibles por ser crímenes contra la humanidad y terrorismo de estado".
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