La Sala Segunda de la Cámara de Apelación en lo Civil y Comercial de Rosario, resolvió revocar la sentencia de primera instancia en la causa que involucró al ex arquero de Ñuls, Luciano Palos, quien fue agredido por un grupo de personas cuando se encontraba con dos mujeres en un hotel alojamiento de la zona oeste, y además le rompieron el auto. Los camaristas consideraron que el dueño del motel, independientemente de los motivos fundados, violó el deber de seguridad porque no tomó los mínimos recaudos de control, permitiendo la agresión. En su demanda, el futbolista había reclamado una indemnización de 32 mil pesos por daños moral, psicológico, material y por el tratamiento médico, que fue rechazada por el juez Luis Ramuno. Ahora, al establecerse la existencia de responsabilidad civil, la Cámara remitió al juzgado de origen para que emita un nuevo pronunciamiento. Palos, de 32 años, jugó en Belgrano de Córdoba, Gimnasia y Esgrima de Jujuy, Vaslui (Rumania), Quilmes, Central Córdoba, San Luis de Chile, y actualmente en el Cobreloa de Chile.

El 14 de setiembre de 2004, Palos se encontraba en el Motel 77 y fue agredido por un grupo de personas que ingresaron dentro de la habitación que ocupaba, previo llamado a su puerta. Cuando el futbolista fue a abrir, lo empujaron hacia adentro, y un grupo de hombres y un par de mujeres lo golpearon. Palos salió corriendo, pero se encontró con otros agresores que lo esperaban fuera de la habitación. Al llegar a la entrada el motel fue auxiliado por efectivos del comando radioeléctrico, pero la mayoría de los agresores se había escapado.

El médico forense que lo atendió constató hematomas en todo el cuerpo del ex arquero de Ñuls y la ruptura de un diente. Días después le diagnosticaron fractura de nariz, por lo que tuvo que ser intervenido y no pudo jugar por 20 días. Por tal motivo, demandó al motel por no adoptar las medidas de seguridad suficientes para evitar el ingreso a sus instalaciones de sus agresores. Reclamó 18 mil pesos por daño moral, 5 mil por daño psicológico; más 3 mil para tratamiento y daños materiales y 3.500 por privación de uso del automotor.

Pero al futbolista le rechazaron la demanda por abrir la puerta del Motel con 2 mujeres, una de ellas menor de edad. "Si Palos no hubiera abierto la puerta no le hubieran podido pegar, y si no hubiera entrado con una menor los hechos no se hubieran sucedido", argumentó la defensa de la demandada. Respecto de las lesiones, sostuvieron que "estuvo internado sólo 18 horas", que "no corrió riesgo su vida" y que la mayoría de las lesiones "fueron provocadas en la vía pública, de lo contrario no hubiera podido salir corriendo desde la habitación y saltar el portón".

Pero los camaristas Gerardo Muñoz, María de los Milagros Lotti y Oscar Puccinelli consideraron que en una relación de consumo está reforzado el deber de seguridad, tiene que haber un control. Si ingresa una cantidad de personas que evidentemente no iban a usar el motel, le pegan a una persona y le rompen el auto, independientemente de los motivos fundados, el dueño del motel violó el deber de seguridad.

En el fallo, al que tuvo acceso este diario, los camaristas señalaron que entre las obligaciones del hotelero respecto de la persona del pasajero, están "las de cuidar la seguridad del pasajero y sus efectos, evitando la comisión de delitos en el ámbito del hotel y que sea perturbado en su estadía en el mismo".

Para los camaristas quedó acreditado que los agresores de Palos "ingresaron sin obstáculo alguno hasta la habitación número 27; es decir que la demandada no contaba con mínimos recaudos de seguridad, al punto que el controvertido portón instalado en el acceso del motel se encontraba abierto y fue cerrado una vez que los agresores habían ingresado al hotel y, por ende, luego a la habitación".