El juez de sentencia Carlos Carbone condenó ayer a prisión perpetua a Raúl Flores, Julio Geréz, Alejandro Lázaro y a Juan Carlos Dell`Arciprette, acusados por el asesinato de Abel Beroiz el 27 de noviembre de 2007 en la playa de estacionamiento del Automóvil Club Argentino ubicada en la cortada Barón de Mauá. El magistrado los condenó por "homicidio calificado por promesa remuneratoria", por la intervención de un menor de 18 años de edad, y por uso de arma de fuego en carácter de coautor material. En tanto, a Hugo Bustos, Leonardo Flores, y Marisa Zingales, Carbone los condenó a trece años de prisión efectiva por el delito de encubrimiento agravado por "receptación de cosa proveniente de un delito especialmente grave", en calidad de autor; mientras que Analía Del Percio fue condenada a cuatro años de prisión efectiva por encubrimiento. En el fallo, el magistrado resaltó que a Beroiz, en ese entonces secretario general del sindicato de Camioneros de Santa Fe, lo asesinaron "con el fin de sacarlo de circulación del gremio de Camioneros, quien había desplazado de sus lugares habituales a Lázaro y Dell Arciprette".

Flores, alias "Coqui", el sicario que confesó la autoría del crimen, fue condenado con la máxima pena como autor penalmente responsable; el gestor Geréz, y los miembros del sindicato de Camioneros, Lázaro, y Dell`Arciprette, quienes previamente habían sido desplazados de los cargos que tenían en el gremio en las delegaciones de San Lorenzo y Casilda por Beroiz, fueron condenados a prisión perpetua como partícipes necesarios, en sintonía con el pedido formulado por el fiscal de la causa Aníbal Vescovo.

Bustos y Flores, alias "El Coreano" -tíos de Raúl Flores- y Zingales, la madre del menor Juan S., alias "Juancito" que participó del crimen junto a Flores, fueron condenados como partícipes secundarios con 13 años de prisión, dos menos de lo que había pedido el fiscal. La concubina del sicario Flores, Del Percio, en tanto, fue condenada a cuatro años de prisión efectiva; en este caso, el fiscal había solicitado seis años de cárcel por encubrimiento.

"Estamos muy conformes; la verdad habría que revisar los antecedentes, pero no debe haber muchos casos tan complejos que se hayan resuelto así", dijo a Rosario/12 Néstor Pujato, el abogado de la familia Beroiz, que estuvo ayer en el juzgado de Carbone para notificarse de la sentencia junto al hijo de Beroiz, que también es abogado. Según Pujato, en el fallo "quedó claro quiénes fueron los autores materiales, los que participaron con una responsabilidad secundaria dando la logística, y los autores intelectuales, que lógicamente es lo más difícil".

Para el abogado, la actuación de la justicia fue "impecable, es una causa muy limpia, basada sobre la confesión del sicario, sobre pericias telefónicas y mensajes de texto, testimoniales; con una investigación de homicidio muy buena, y también del juez de Instrucción Barbero, esto enaltece a la justicia rosarina".

Pujato afirmó que quedó plasmado que el crimen de Beroiz fue por encargo, bajo promesa de remuneración, y que el móvil fue "político-gremial, para apoderarse del gremio en la provincia". Explicó que la causa se "ha separado, y en una etapa probatoria un poco más atrás viene la parte de Raúl Luna, que era el segundo de Abel Beroiz, y de su chofer, Mario López".

Luna, por entonces secretario adjunto del gremio de Camioneros en Santa Fe, y que según el aporte de varios testigos tenía una mala relación con el dirigente gremial asesinado, fue acusado por el fiscal Eduardo Valdéz Tiejten quien consideró que Luna se beneficiaría con la muerte de Beroiz, ya que le quedaría libre el camino para conducir el gremio.

Por su parte, el abogado de Geréz, Jorge Bedouret, adelantó ayer que apelará el fallo. "Es una sentencia apresurada, que ha tenido un tratamiento superficial porque no hay elementos de prueba contundentes contra Gerez para una perpetua", precisó el letrado en declaraciones a LT8. Bedouret consideró como "frágiles" los argumentos de la sentencia en relación a su cliente.