La Cooperativa y Centro Cultural La Toma festejó ayer los diez años de la asamblea de trabajadores que decidió ocupar las instalaciones con un almuerzo que desbordó las instalaciones de Tucumán al 1300. Más de 900 personas se acercaron a acompañar a la cooperativa de trabajadores que sostiene ese espacio plural, y aplaudieron al presidente de la cooperativa, Carlos Ghioldi. "Que ningún juez o cámara se moleste en redactar una nueva orden de desalojo, porque nosotros obedecemos las leyes de expropiación que votó la Legislatura provincial", afirmó ante la ovación de los presentes, en obvia alusión a la orden firmada por el juez de primera instancia Pedro Boasso y ratificada por la Cámara en lo Civil y Comercial.

"Los representantes elegidos por el pueblo nos apoyan", afirmó Ghioldi. Al acto envió un mensaje de solidaridad el diputado nacional y candidato a gobernador del Frente Santa Fe para Todos, Agustín Rossi. También estuvo la diputada nacional y candidata a intendenta del Frente Progresista, Mónica Fein, quien afirmó: "Vengo a rendir un reconocimiento a los trabajadores que marcaron un camino de ejemplo en todo el país".

La cooperativa de La Toma congrega a 30 trabajadores en forma directa, pero las instalaciones del ex Tigre alojan a otras iniciativas culturales y productivas, que significan la fuente de trabajo de más de cien personas. "Nosotros no somos una empresa recuperada, somos un establecimiento puesto en manos obreras. Tenemos organizaciones, cooperativas de fabricación de pelotas, de cartoneros, la comisión gremial de empleados de comercio, la cooperativa de psicólogos, decenas de organizaciones. Funciona el centro cultural y talleres, hay un teatro que es de la Asociación Argentina de Actores. Hay alrededor de un centenar de compañeros que realizan sus tareas, trabajan, se organizan", se entusiasmó Ghioldi. El militante forma parte del corazón de La Toma, y subrayó: "Tenemos el enorme orgullo de que estén acá de la Universidad Nacional de Rosario usando el lugar. Para nosotros es una alegría inmensa porque las personas que el pueblo vota están avalándonos, solamente nos quieren desalojar los que están en un juzgado".

Ayer se festejaron diez años de la asamblea que definió la toma de las instalaciones, una medida que costó implementar. El supermercado ex Tigre, que pertenecía a Francisco Regunaschi, había declarado el concurso de acreedores en 1988, pero siguió funcionando durante años de manera irregular, mientras se incrementaba la deuda. Mientras tanto, el comercio mantuvo las puertas abiertas, pero los trabajadores no cobraban sus salarios. Después de tres años, decidieron defender su fuente de trabajo con la ocupación de las instalaciones.

"Fueron años difíciles, todos los días cerraba alguna empresa. Los periodistas daban informes de quiebras semanales, y eso significaba gente que se quedaba en la calle. Nosotros tomamos este lugar para responder a eso. En esta estuvimos y estamos todos juntos, aunque en otras cosas sostengamos posiciones diferentes. Es para mí la gran enseñanza de La Toma, hay una posibilidad de articular entre sectores con ideas divergentes", afirmó Ghioldi.

Por su parte, Fein reconoció "el esfuerzo de los que defendieron su lugar de trabajo cuando las empresas se cerraban, en épocas difíciles y sin legislación que los protegiera, pero con una gran convicción política para defender la dignidad y el futuro". La candidata socialista subrayó: "Estoy acá para renovar mi compromiso con estos diez años que transcurrieron sin que necesitaran que una autoridad los reconozca, porque obtuvieron la mas importante, la de esta ciudad entera".

Fein recordó que "la postura del Socialismo es la de defender el derecho de los trabajadores a la conservación de sus fuentes de trabajo" y resaltó que esta fracción política "ha impulsando desde el 2001 proyectos para que, reunidos en cooperativas, puedan lograr el salvataje de las empresas en cesación de pagos".