El hijo de una mujer que estuvo tres años internada en un geriátrico de San Martín al 4200 denunció judicialmente al establecimiento por las condiciones "de abandono" en las que murió su madre. Ahora, el juez de Instrucción de la 8º nominación, Juan José Pazos, podría ordenar la inspección de la casona. "Mi madre estaba desnutrida, deshidratada y tenía escaras en todo su cuerpo", aseguró Alberto Vicente, que ayer amplió la denuncia ante el magistrado que investiga el caso. Además, el hombre aseguró que el lugar "deja mucho que desear", y detalló: "El cambio de pañales se hace sólo una vez al día, y hay un solo baño para asear a todos abuelos que duermen en el primer piso". Además, aseguró que los internos "no se bañan periódicamente, porque hay días que el olor es nauseabundo".

El relato es desgarrador. Vicente contó a Rosario/12 que una madrugada, unos meses atrás, lo llamó el médico del geriátrico --donde él visitaba a su madre una o dos veces por semana-- para avisarle que la mujer rechazaba los alimentos, por lo que él comenzó a ir más seguido para suministrarle un alimento específico con vitaminas, para su tratamiento. "Siempre que fui a verla ella estaba vestida, sentada en un sillón de ruedas. Era una mujer de 89 años, sufría el mal de Alzehimer, era ciega y sorda, pero siempre me reconocía, me tocaba y me acariciaba", afirmó.

Sin embargo, la semana pasada, le advirtieron que la mujer permanecía con un cuadro febril que llegaba a los 40 grados. "Ese día llamé a un médico del Pami y me pidió que la internara. Me explicó el diagnóstico real porque mi mamá estaba con un alto grado de deshidratación, desnutrida y me mostró que tenía escaras en todo el cuerpo, que yo no había visto, porque siempre estaba vestida. Me dijo que no eran de una semana o diez días, sino de mucho tiempo", relató.

Luego de pasar por la guardia del Pami, la mujer fue derivada al hospital Italiano. "Allí nos dieron el mismo diagnóstico, y me prepararon para lo peor. Llegaron al límite". Esa noche, Vicente tomó fotografías de su madre, que "llegó a pesar 35 kilos". Por la mañana, llevó la denuncia a la fiscalía de turno con las pruebas, y cuatro horas después, la mujer falleció ante la gravedad del cuadro.

Ahora, Vicente pide que investiguen el geriátrico, ante la presunta mala atención para con los alrededor de 50 abuelos que permanecen internados. El caso se conoció ayer, luego que el diario La Capital publicara que más de una docena de geriátricos, que trabajan en forma ilegal, fueron llevados a la Justicia por la municipalidad.