Los festejos navideños dejaron una víctima fatal, en Puerto General San Martín, por la explosión de cohete; dos muertos en un accidente de tránsito en Rosario; y al menos tres niños heridos: uno de ellos, por una bala perdida. Pese a ello, autoridades municipales aseguraron que el balance de los incidentes entre Nochebuena y Navidad fue "positivo" y destacaron el "comportamiento y responsabilidad ejemplar" de la población, en cuanto al uso de pirotecnia. Además, hubo más de 20 intervenciones del Sies en accidentes por uso de armas blancas y de fuego, aunque según indicó el subsecretario de Salud Municipal, Leonardo Caruana, "no fue diferente de otros fines de semana". Para el funcionario, la campaña municipal de prevención hizo que en este año haya "una franca disminución de los accidentes por uso de pirotecnia".

La situación más grave e insólita se registró pocos kilómetros al norte de Rosario, durante la madrugada de ayer. Fabricio Antúnez, un entrerriano de 27 años, murió al estallarle un cohete conocido como "tres tiros", dentro de la boca. Ocurrió durante antes de las dos de la madrugada de ayer, mientras festejaba con allegados. Tras el accidente, del que no están claras las causas, falleció ayer en el Hospital Eva Perón de Granadero Baigorria, por quemaduras en laringe y faringe y afecciones en las vías respiratorias. Una autopsia determinaría cómo sucedió el incidente. Una de las posibilidades era que él mismo haya puesto el artefacto en su boca.

En tanto, tres niños permanecían internados anoche en el Hospital de Niños "Víctor J. Vilela". Uno de ellos, recibió el disparo de una bala perdida mientras estaba en la vereda de su casa; otro, de Pérez, debió ser internado tras explotarle en la mano izquierda un artefacto pirotécnico; y un tercero, de Armstrong, ingresó ayer a la tarde por quemaduras en el rostro, luego que un cohete estalló cerca de un bidón de nafta, al lado del nene.

El primero, de nueve años, proveniente de la zona oeste de la ciudad recibió una herida de bala en el cráneo. Al parecer, dos sujetos que pasaban en una moto dispararon y una bala perdida impactó en el menor que fue derivado al efector. Caruana indicó que el chico evolucionaba favorablemente. "Está lúcido y mejorando, pero quedará en observación", dijo. El otro niño, de ocho años, oriundo de Pérez, manipulaba un aparato pirotécnico cuando éste le explotó en la mano izquierda y le produjo quemaduras y una lesión grave, con fractura expuesta en dos dedos. El tercero, también de ocho años, llegó al Vilela ayer por la tarde, con quemaduras en el rostro. Según indicó el funcionario, un fuego de artificio explotó cerca de un bidón de nafta, justo al lado del niño.