Los concejales del Frente para la Victoria, Roberto Sukerman y Norma López, presentaron ayer un proyecto de ordenanza para la construcción y ampliación de edificios de cocheras. La iniciativa de los ediles kirchneristas contempla la posibilidad de que el Banco Municipal otorgue una línea de créditos blandos para los propietarios de cocheras que decidan realizar las ampliaciones.

"Si nosotros analizamos que la intendencia quiere promover la construcción de cocheras subterráneas a partir de una licitación; y sin entrar a discutir esta instancia, que seguramente haremos en el Concejo Municipal, proponemos como alternativa fomentar la construcción de edificios de cocheras", dijo Sukerman en diálogo con Rosario/12.

Desde la cámara que nuclea a los garagistas anticiparon su apoyo a la iniciativa. "Vemos como algo positivo el hecho de tener en cuenta al empresario que ya está trabajando en el tema", señaló el vicepresidente de la Cámara de Estaciones de Servicio, Garages y Afines de Rosario (Cesgar), Rubén Fernández.

En el centro las cocheras por horas están colapsadas y también existen pocos lugares para los que necesitan un espacio mensual. Idéntica situación se refleja con mayor frecuencia en varios barrios de la ciudad. "Si como mínimo se puede construir y agregar un piso más, estaríamos brindando una solución, beneficiando a un emprendedor local y sin que se produzca un impacto ambiental", destacó Sukerman.

El concejal dijo que actualmente en Rosario existen muchos lugares donde solamente se estaciona en planta baja, pero que tienen la posibilidad de realizar hasta cuatro pisos más. "El espacio físico está y no habría ningún inconveniente ni limitación en cuanto a la reglamentación por la edificación", explicó el titular del bloque del Frente para la Victoria. "Si en algún lugar hubiese algún tipo de limitación, habría que analizarlo particularmente", agregó.

Si bien el edil reconoce que la ampliación está ligada al interés que cada garagista tenga de expandir su negocio, destacó que si "desde el Estado hay una política de promoción, está claro que esto invita más a que cada uno corra el riesgo por su lado". En este sentido, Sukerman planteó que el destino comercial de esa construcción "no tiene por qué ser definitiva; en cambio, a la de una cochera subterránea no se le puede cambiar el destino".