CIUDAD › SE COMPLICó LA SITUACIóN PROCESAL DEL ABOGADO QUE MATó A UN JOVEN
Así lo entendió la fiscal Herrera, quien pidió la detención del abogado Casarini, al reunir nuevas pruebas en el departamento donde murió el joven Arduvino. "Se modificó el lugar del hecho, más de una vez, y hubo obstrucción de pruebas", dijo.
› Por Lorena Panzerini
El resultado de las pruebas realizadas con luminol (producto químico), en el estudio jurídico del abogado Fabián Casarini, de Montevideo 1629, fue contundente para que la Fiscalía Nº 9 solicitara la prisión preventiva de quien dio muerte a Andrés Arduvino, durante un presunto hecho de robo. "Ya no hablamos de una legítima defensa", dijo ayer la fiscal Cristina Herrera. Si bien el pedido llegó anteayer al juzgado de Instrucción de Mónica Lamperti, la magistrada anoche no había resuelto la situación de Casarini. La fiscal fue clara: "Se modificó el lugar del hecho --más de una vez-- y hubo obstrucción de pruebas: hay peligrosidad procesal. El fundamento es material y objetivo; y la decisión es de la jueza". Además, se supo que no hay indicios que indiquen que Arduvino estaba armado la madrugada del 8 de abril. Para los abogados de familiares de la víctima, Marcos Cella y German Mahieu, el tenor de las heridas en el cuerpo del chico de 23 años echaría por tierra la versión de la defensa de Casarini acerca de que "Lepe" -como se conocía a la víctima- se llevó el arma con la que fue herido de muerte. En tanto, la "intensidad, profundidad y modo de provocar" las heridas hacen presumir que hubo "saña" y más de un arma.
Entre otras pistas, la fiscalía se basó en situaciones y elementos de prueba que fueron claves para hablar de "modificaciones" en el estudio donde vivía Casarini. Ello se debe a que entre el primero y segundo peritaje en el lugar faltaron una computadora portátil, un par de zapatillas y un teléfono. Según trascendió, luego de que la jueza ordenara al abogado devolver esos objetos, se habría descubierto que los contenidos de la PC fueron borrados.
En tanto, entre la segunda y la tercera inspección con personal de criminalística, apareció una llave inglesa con manchas de sangre, que estaba dentro de una caja sin tapa, en un lugar visible.
Apenas se enteraron del pedido de la fiscal, los familiares de Arduvino y su madre se manifestaron en las puertas de los Tribunales Provinciales. El rostro lavado de Daniela, a 20 días del homicidio de su hijo, reclamaba en silencio una respuesta de la jueza. "Amargada", se manifestó la mujer, que aseguró que si Casarini no es detenido hasta el miércoles volverán a movilizarse. A su lado, los carteles con la foto del chico pedían "justicia para Andrés".
La fiscal Herrera pidió la detención de Casarini, y asegura que esa información "se filtró" a los medios, porque "la presentación se hizo en el máximo secreto para que no haya posibilidad de que Casarini desapareciera, ante la posibilidad que la jueza librara la orden de detención". Lejos de tomar esa actitud, y pese a que algunos programas radiales adelantaron ayer temprano la novedad, Casarini estuvo antes del mediodía en los pasillos de tribunales.
"A medida que transcurría la investigación, se fueron corroborando cosas. Hubo declaraciones que hablaron de circunstancias, con lo que percibí peligrosidad procesal. Falta mucha prueba por producir, pero por lo que se hizo hasta ahora, las circunstancias que se tuvieron en cuenta al principio como para darle la posibilidad al imputado de transitar el proceso con libertad restringida, no se mantienen. En principio la situación se presentaba como una posible inimputabilidad, por legítima defensa, y ello contradecía pedir la detención. Pero conforme avanza la investigación, la causal de inimputabilidad no se da. Por lo que yo considero que esa legítima defensa no existe", fue toda la explicación que dio la fiscal del caso.
Según pudo saber este diario, el delito podría transitar los caminos del homicidio doloso, o el exceso en la legítima defensa. Todo depende del resultado de las pruebas que se agreguen al expediente.
Aunque todavía no hay resultados concretos de las pericias, los datos preliminares que arrojan los estudios solicitados por el juzgado hablan de "diferentes cortes" en el cuerpo de Arduvino, por lo que se presume que --como planteó la familia los primeros días tras el hecho-- habría dos armas: una cortopunzante y otra llamada "elemento romo" con el que se habría realizado una herida con dejos de "saña" en el tórax del joven. También tenía cortes en las palmas de las manos, un antebrazo, el cuello y en ambos testículos. Con respecto a esa zona, se considera que se utilizó un arma de importante filo.
Por otro lado aún no se determinó la posibilidad de que ambos se conocieran, ni por dónde ingresó la víctima fatal al estudio.
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