Personal de la Brigada de Explosivos debió intervenir ayer a la mañana ante la presencia de una caja que dejaron en la puerta de ingreso a los cajeros automáticos de la sucursal del banco Galicia de Alvear y Mendoza. Un par de horas más tarde, los agentes detonaron el paquete en el hipódromo municipal y comprobaron que resultó ser una falsa amenaza de bomba ya que en su interior sólo había restos de hojas, ramas y basura. Es la segunda vez que en esa sucursal dejan un paquete de esas características. Para el secretario de Seguridad, Marcos Escajadillo, la caja fue colocada "con el ánimo de amedrentar", aunque no descartó que este tipo de hechos se producen para "distraer y cometer un delito en otro lugar". Desde el gremio de trabajadores bancarios manifestaron su preocupación ante la reiteración de estos hechos, y pidieron por mayores tareas de inteligencia y seguridad en las entidades bancarias.

Un llamado al 991 alertó sobre la presencia de una caja en la zona de cajeros automáticos de la entidad bancaria. Según señalaron fuentes de la investigación, el paquete fue dejado en la noche del miércoles y se dio intervención a la Brigada de Explosivos luego de que la gerencia del banco alertara sobre el objeto. Personal de la Dirección de Tránsito y de la Guardia Urbana Municipal (GUM) cortó el tránsito sobre Mendoza, a la altura de calle Santiago. Después de una hora de trabajo, los agentes policiales montaron un operativo para trasladar la caja hacia el hipódromo municipal. Con una carga mínima y controlada, personal de la Brigada de Explosivos detonó el paquete. "Dentro de la caja no encontramos ningún material de peligro, sólo hojas, ramas y basura", precisó el comisario Sergio Ojeda, quien por otra parte explicó que trasladaron el paquete hasta el Hipódromo porque "no había peligro para nadie".

Escajadillo indicó que la tarea de investigación corrió por cuenta de personal de seguridad bancaria de la policía. Para el funcionario "afortunadamente, la caja tenía basura y fue colocada con el ánimo de amedrentar". De todos modos, Escajadillo planteó que cuando suceden este tipo de hechos se realizan "para generar alguna distracción y cometer algún delito en otro lado".

El funcionario agregó que las filmaciones de las cámaras de seguridad del banco "no son muy nítidas", lo que complica el curso de la investigación. En este marco, Escajadillo consideró que esta situación "sirva para repasar" la implementación de las cámaras de videovigilancia que está llevando adelante la Municipalidad.

"Estamos preocupados por los riesgos a los que están expuestos los trabajadores", planteó ante la consulta de este diario el secretario General de la Bancaria, Jorge Rodríguez. "Creemos que debería haber mayor inteligencia en el interior de los bancos, porque no pueden dejar en la puerta algo así, que nadie ve", agregó.

El pasado 13 de junio se vivió una jornada complicada porque se recibieron varias amenazas de bombas en sucursales bancarias de Rosario. Se hizo detonar una granada que habían colocado en la sucursal del Banco Macro ubicada en Ovidio Lagos y Saavedra, mientras que en la del banco Galicia de Alvear y Mendoza habían dejado un paquete sospechoso con un envoltorio negro que finalmente resultó una falsa alarma.