Tras aclarar que el "grueso de la inversión será del sector privado", ayer el gobernador Antonio Bonfatti y la intendenta Mónica Fein impulsaron el ambicioso proyecto de reconversión y urbanización del ex Batallón de Comunicaciones 121. La iniciativa sobre los usos de las tierras, que llegará al Concejo Municipal la semana que viene, incluye la remodelación de los edificios históricos, un área de base tecnológica para el Nodo Rosario, parque, 1200 viviendas, escuelas, comisaría, área de salud, sector comercial, y un "espacio" dedicado a la memoria, tal como habían reclamado los organismos de derechos humanos. Si bien se aclaró que la inversión pública estaba puesta en todo lo que hay a la vista dentro del predio, se calcula que habrá que hacer una inversión conjunta para la remodelación de los edificios históricos, por un valor aproximado a los 7 millones de pesos, en cada uno de los tres ya "visualizados". El resto, será inversión privada en terrenos públicos. Las empresas que desarrollen viviendas deberán "darle valor: sostener, mantener e invertir" en la zona y el llamado cordón Ayacucho, como "reditúo de la tierra de la provincia" en la zona "más deprimida", con luz y agua, servicios sanitarios y urbanización. Bonfatti y Fein adelantaron que hay unas 30 empresas interesadas en invertir en el predio, corazón de la zona sur.

Mientras se disponía a iniciar la recorrida por los terrenos del ex Batallón, el gobernador Bonfatti remarcó que las obras de recuperación "serán un antes y un después" para la zona sur. "Será similar a lo que significó la cesión de terrenos del ferrocarril para el área central de la ciudad, que nos permitió descubrir el río", dijo; y agregó la importancia de la "participación activa" de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) y el Conicet. "Para la zona sur es una propuesta que articula el conocimiento, la ciencia, el trabajo, la salud, el deporte y viviendas para satisfacer la demanda de sectores sin acceso" al techo, señaló.

Al hablar de la inversión, tras el acto en Lamadrid al 500, del que participaron empresarios, el ex gobernador Hermes Binner, decanos de las universidades de Rosario y la Tecnológica Nacional (UTN), el rector de la UNR, Darío Maiorana, y los ministros del gabinete provincial, Bonfatti indicó: "El Estado invertirá entre 7 y 8 millones de pesos en cada uno de los tres edificios --en conjunto con los privados--. Mientras que el desarrollo de las viviendas será una inversión privada que estamos estimando en 1200 departamentos destinados a sectores medios".

En ese sentido, aclaró que "la mayor inversión es privada. El Estado va a poner en valor los edificios de patrimonio histórico, mitad y mitad con los privados". Mientras que "el desarrollo de viviendas es inversión privada absoluta. Con cargos de poner en valor el resto del predio, zonas aledañas, la avenida Ayacucho que será con cantero central y lo que llamamos el cordón Ayacucho en el que hay que hacer obras de cloacas, de agua y abrir calles. Esto se autofinancia totalmente", dijo. También se abrirán cuatro calles, al final de las obras, para integrar el predio a la zona y al Centro de Distrito Sur, donde está proyectado levantar la Biblioteca del Bicentenario.

Si bien no hay plazos estipulados para la construcción y remodelación, la intendenta Fein estimó que "la semana que viene llegará al Concejo" el proyecto sobre los usos de los terrenos. Al mismo tiempo, el gobernador indicó que "el interés es empezar cuanto antes con las obras".

Al especificar cada área, Bonfatti indicó que los edificios para viviendas "serán construidos y comercializados por empresas privadas", que a su vez harán un aporte para transformar y sostener espacios públicos y calles como Ayacucho, que se convertiría en una "avenida con cantero central". En cuatro hectáreas, se proyectan casas de baja altura en calle Buenos Aires, subiendo en altura hacia el sector del parque.

La memoria también tendrá su espacio en el predio, "a petición de los organismos de derechos humanos", cuyos miembros aseguran que existieron detenciones durante la dictadura militar.

En el marco educativo, habrá una escuela primaria y una secundaria, con orientación tecnológica, como consecuencia del perfil laboral que tendrán las empresas de base tecnológica interesadas en instalarse en los edificios históricos del predio. Serán algunas de las "más de cien" con las que cuenta el Polo Tecnológico. Para Bonfatti, la presencia de estas firmas, del Conicet y de la UNR darán "una potencia enorme" al sector que puede crecer hacia el norte.

"Es importantísima la articulación entre el conocimiento, las empresas y el Estado. Soñamos con lograr esto que sería el primer distrito tecnológico del país, porque creemos que no hay antecedentes de esta magnitud; como vimos en Alemania, en mayo pasado", dijo y habló de posibilidad de capacitación a los jóvenes de la zona. "Por ahí pasa el futuro", aseguró.

El parque ocupará entre 14 y 20 hectáreas, con un espejo de agua en el medio y espacios de recreación para los vecinos con sector deportivo. También se proyectó una comisaría hacia el noroeste del predio. Y se esperanzaron con el proyecto del metro de superficie que "pasaría cerca" del predio.