CIUDAD › EL MUNICIPIO TRABAJARá CONJUNTAMENTE CON ALTERNADORAS QUE TRABAJAN EN WHISKERíAS.
La idea es romper la sola lógica de la inspección y lograr que las mujeres que trabajan en la noche puedan colaborar en la lucha contra la trata. La nueva iniciativa pretende controlar que en esos locales no haya servicios sexuales.
› Por Lorena Panzerini
Unas ochenta alternadoras y bailarinas que prestan servicios en la media docena de cabarets y wiskerías que funcionan en Rosario, bajo la ordenanza municipal, permitirán "orientar la política pública" contra la trata. "Con las mujeres, queremos salir de la lógica de la inspección por las noches y pasar a un ámbito más relajado, donde podamos tomarnos un tiempo para conversar con ellas. Habrá un equipo de profesionales para hablar con las chicas y llegar a desentrañar sus historias. Esto, nos permitirá tener un registro confidencial de ellas, a partir del cual trabajar", señaló Andrea Travaini, titular del Instituto Municipal de la Mujer (IMM). La nueva modalidad está enmarcada en la reglamentación de la ordenanza para wiskerías, donde la iniciativa del Municipio es controlar que no haya servicios sexuales, que no existan el proxenetismo ni la trata de mujeres y niñas con fines de explotación sexual. Con esa impronta, la Dirección de Inspecciones reforzará los controles nocturnos y desde esta semana agregarán auditorias diurnas, para evitar que se filtren situaciones como la de hace casi dos semanas en El Escondite, de Callao 78 bis, donde los boxes para mantener sexo estaban camuflados. Hoy habrá una primera reunión entre las áreas intervinientes, para luego reunirse con los dueños de locales y poner fecha para que las mujeres puedan acercarse al Instituto.
A partir de la reglamentación de la normativa por parte de la intendenta Mónica Fein, en pocos días, las trabajadoras serán entrevistadas y capacitadas para que conozcan sus derechos, por el Instituto Municipal de la Mujer. La idea es tener un control del sector y sus servicios. Para ello, la Dirección de Inspecciones incrementará los controles nocturnos y también saldrá al ruedo durante el día. "Es muy difícil ver algunas cosas en la noche", puntualizó Gregorio Ramírez, director del área, que orientará el control hacia los locales.
En cuanto a las mujeres, un grupo de profesionales del IMM estará cara a cara con ellas para intentar conocer sus historias y hacerles saber sus derechos. "Vamos a poder conocerlas y eso tiene un plus. El trabajo del área con estas mujeres será durante uno o dos días a la semana, con un horario de atención específico y citas para que no tengan que esperar. La idea es crear un ámbito relajado", dijo Travaini, quien recordó que el trabajo es contra la trata y el proxenetismo, no contra la prostitución que es una actividad que hoy no está penada.
Por su parte, Ramírez aclaró que si bien hay que reforzar los controles, "lo más complicado es controlar aquellos locales que sabemos que existen, pero no tenemos registros porque no están habilitados". En ese sentido, puntualizó: "Nos llegan denuncias, y en estos casos hay que trabajar con la Justicia y la Dirección Provincial contra la Trata. Estamos buscando mejorar para que no se filtre la información que nos llega, para que los operativos nos den resultados positivos". De todos modos, señaló que "en la zona del cordón industrial hay una informalidad tremenda", aunque no descartó que en Rosario haya más casos de privados como los que fueron clausurados anteayer en la zona de la Terminal Mariano Moreno, al igual que un local habilitado con falencias edilicias y de higiene, según consignaron las autoridades.
El caso de El Escondite, hace dos semanas, encendió la alarma del área de Inspecciones, luego que hallaran boxes camuflados para servicios sexuales en el lugar, prohibidos en la ordenanza. Ante ello, comenzarán con auditorías diurnas esta semana. "Nos preocupa y trataremos de reforzar y mejorar los controles en lo locales habilitados. Muchas veces hay irregularidades por cuestiones administrativas, y se pueden dar plazos o cerrar los locales, pero en otras ocasiones hay cosas que con las luces, el humo, la gente, los empleados, los dueños y las mujeres, no podemos ver de noche, en ese marco de confusión".
Aunque no lo involucra directamente, Ramírez se refirió a lo positivo de trabajar en conjunto con el IMM. "Se puede detectar si las mujeres están obligadas o no. Es necesario determinar el consentimiento de la persona que tiene el contrato, porque en el momento de la inspección están los dueños en los locales y hay cosas que no son posibles para nosotros. Necesitamos acotar al máximo la posibilidad de la trata y el proxenetismo. A partir de la Mesa Contra la Trata nos involucramos para sumar una mirada más social a la rutina del inspector", dijo; y agregó: "Lo importante de trabajar en conjunto es que se pueden lograr mejores resultados que cuando no se da una articulación concreta".
Tanto a nivel municipal como provincial subyace un debate que ha tenido incluso sus proyectos presentados en ambos niveles legislativos, y tiene que ver con la prohibición directa de la actividad de las whiskerías, como se legisló en Córdoba recientemente. Pero los argumentos en contra sostienen que ese solo hecho no terminará con la trata y el proxenetismo y que a lo sumo, lo que haría sería trasladar ese tipo de actividad a municipios límite donde no exista esa reglamentación.
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