CIUDAD › JUICIO ORAL POR UN TRIPLE OPERATIVO ANTINARCóTICOS EN VILLA CONSTITUCIóN
La Justicia determinó que las investigaciones fueron orientadas hacia personas distintas a las denunciadas, los operativos fueron objetados por irregulares y hasta sobrevoló la sospecha de que las pruebas fueron plantadas.
› Por José Maggi
El juicio oral por un triple operativo antinarcóticos, llevado a cabo por la ex Dirección de Drogas Peligrosas en mayo de 2008 en Villa Constitución, dejó al descubierto un escandaloso entramado que desnuda la forma en que trabajó la brigada de lucha contra el narcotráfico provincial: investigaciones orientadas hacia personas distintas a las denunciadas, operativos objetados por irregularidades y pruebas plantadas. Todo se ventiló entre el martes y el miércoles en la sala de audiencias del Tribunal Oral Federal Nº 1 compuesto por Santiago Harte, Ricardo Vázquez y Laura Inés Cosidoy. El tribunal terminó absolviendo a uno de los tres imputados, y condenó a dos y tres años de prisión no efectiva a los dos restantes.
Todo comenzó en los primeros meses de 2008 con un remisero que trasladó a una pasajera por distintos puntos de Villa Constitución, en los que cuales había adquirido droga. Como no le pagó, el chofer la denunció, y apuntó los tres lugares donde la había llevado. Comenzó así una investigación federal en la que se trató de individualizar los objetivos. Allí se presentaron los primeras escarceos.
Mabel Colalongo fue la fiscal del caso, y quien puntualizó ante el tribunal las contradicciones policiales, pidiendo una rebaja de las penas solicitadas por la fiscal de instrucción Adriana Saccone, quien había elevado a juicio el caso por el delito de tenencia para comercialización, que implica cinco años de prisión efectiva.
La defensora oficial fue Matilde Bruera quien remarcó que los pesquisas orientaron la investigación "hacia terceras personas que nada tenían que ver con el caso". "Este fue un procedimiento viciado por graves sospechas que se generaron contra la investigación y los procedimientos policiales porque investigaron personas que no estaban denunciadas, que no eran parientes de nadie de ningún narco, y generaron en el debate serias sospechas de la que droga fue plantada ya que los testigos nunca vieron de donde la sacaron. Es más en un domicilio se encontró al lado de la droga un cargador de una ametralladora policial
lo que generó aún más sospechas", indicó la defensora oficial en referencia a que el hecho nunca fue registrado en el acta de procedimiento por el comisario de apellido Mendoza a cargo del mismo.
Por su parte la fiscal Colalongo remarcó ante Rosario/12 que "ninguna de las tres casas allanadas coincidió con las propiedades descriptas por el remisero como los lugares donde trasladó a su pasajera".
También apuntó a "las condiciones en las que se encontró la droga: los lugares eran los últimos en ser revisados, y los envoltorios eran idénticos: eran blancos y negros, igual en los tres lugares. Se dio la casualidad de que fueron envueltos en un mismo papel". "Todas estas contradicciones fueron apuntadas por la defensora Bruera", remarcó Colalongo.
La fiscal se reservó el derecho para denunciar a los efectivos policiales involucrados en esta causa. "Los jueces han tenido esta conducta para conmigo en varios juicios. Con esto quiero decir que voy a hacer en los próximos días una presentación por las irregularidades que observé en el accionar de estos policías. Pocas veces he visto a policías con tantos olvidos sobre un procedimiento y son los mismos a los que he visto en otros procedimientos recordar muchos otros datos que en esto".
Con solo recurrir a los archivos periodísticos de la época, se pueden ver los contrastes de la información que hacía circular Drogas Peligrosas, y lo que resultó finalmente probado ante los jueces federales: "27 de mayo de 2008: Un nuevo operativo antidrogas comandado por el comisario mayor Alejandro Franganillo, arrojó como resultado 5 detenidos y el secuestro de drogas, armas de fuego y celulares. El procedimiento se desarrolló en el barrio Stella Maris. Este barrio se extiende sobre a lo largo de la barranca desde Acevedo hasta 14 de Febrero y baja desde Colón hacia bulevard Seguí (Costanera). Sobre está última arteria y a la altura de la continuación de la calle Hipólito Irigoyen fue donde actuaron las fuerzas policiales. En esa zona personal de la Brigada de Drogas Peligrosas de Rosario, allanó dos viviendas y un bar logrando el secuestro de armas, 400 gramos de cocaína de máxima pureza y teléfonos celulares además de la detención de 5 sospechosos, algunos con antecedentes penales". Ayer nada de eso sirvió para condenarlos: el principal sospechoso había sido sindicado como el sobrino de un conocido narco condenado de apellido Balbi, cuando éste, de nombre Darío, nada tenía que ver con aquel traficante.
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