Ayer a la madrugada, murió el tercer preso herido como consecuencia de la reyerta desatada en la alcaidía de la Jefatura de Policía, el viernes al mediodía. Se trata de Darío Escobar de 30 años, también víctima de quemaduras y principio de asfixia. El primero de los muertos había sido Miguel Angel Saboldi y el segundo Guillermo Benavente. Hay otros siete presos con heridas de distinta consideración que continúan internados. Escobar estaba internado en el Hospital de Emergencias Clemente Alvarez, por haber sufrido quemaduras de gravedad en casi todo su cuerpo.

El caso sigue teniendo ribetes escandalosos si se tiene en cuenta que la viuda de Saboldi, denunció que a su pareja lo mandaron a matar e involucró al intendente de Villa Gobernador Gálvez, Pedro González, en el supuesto plan criminal. El mandatario negó las acusaciones pero reconoció ser "amigo" del Japo, como se conocía al preso que falleció calcinado.

Los investigadores no descartaron que el enfrentamiento haya tenido el objetivo de eliminar a detenidos por el operativo antidrogas realizado la semana pasada en la zona rural de Alvear, en el que cayeron entre otros Saboldi. El Ministerio de Seguridad de Santa Fe se mantiene en su postura de que el origen no fue un motín sino un "conflicto interno entre reclusos en el pabellón Nº 3".

Rosario/12 publicó ayer la postura del diputado diputado radical Maximilano Pullaro que pidió que se aparte a la policía provincial de la investigación y pidió citar a la mujer denunciante a la Comisión de Seguridad de la Cámara Baja. En tanto, la Coordinadora de Trabajo Carcelario puso en duda la hipótesis del accidente doméstico como origen del incendio: "Hubo fuego en la puerta de ingreso al pabellón y otro foco en el fondo, donde muere Saboldi", remarcaron Lilian Echegoy y Carmen Maidagan.