Nadie en Villa Constitución se mostró indiferente ayer al asesinato de David Vivas, en la mañana del domingo, a manos de un policía, en un presunto caso de gatillo fácil. La familia de este joven obrero metalúrgico encabezó ayer al mediodía una concurrida marcha de silencio que ganó las calles de la ciudad pueblerina y exigió justicia.

"La policía no puede ensuciar a mi hijo, que era una excelente persona, con seis años de fábrica, tres criaturas. Todos lo adoraban", dijo Laura Palacios, la madre del muchacho, para refutar la versión de la Unidad Regional VI que ubicó a la víctima en una actitud de peligro para el sargento Víctor Hugo Giometti, del Comando Radioeléctrico, que finalmente lo mató de un tiro en la cabeza.

Vivas pereció poco después de haber cumplido su turno laboral en Acindar, y cuando circulaba en su Ford Taunus por la céntrica avenida San Martín. Las circunstancias aún no fueron elucidadas. La policía señala una que una patrulla se acercó a identificarlo luego de una maniobra temeraria y que hubo un forcejeo con el fatal desenlace. A la familia no le consta y sospecha que fue una ejecución.

La convocatoria que detuvo el tiempo villense ayer en la Plaza de la Constitución exigió a las autoridades esclarecer de inmediato cómo ocurrió el crimen. Por eso los deudos de Vivas pidieron en público por la aparición de testigos. "Dicen que mi hijo venía por San Martín y cuando frena para doblar por Entre Ríos para venir para casa, el policía disparó. Primero dijo que era una bala perdida, que se le escapó el tiro. Pero no es una bala perdida, en la cabeza nunca puede ser, es tremendo", dijo la madre.