La Brigada Judiciales detuvo ayer a uno de los sicarios del clan Cantero: se trata de Angel Emmanuel Villa, alias "Pivu", cuya captura había sido pedida hacer varios meses por el juez de instrucción Juan Carlos Vienna, en el marco de la investigación por el asesinato del Martín "Fantasma" Paz.

Villa de 32 años, fue capturado a las seis de la mañana en un after ubicado en Avellaneda y Marcos Paz, luego de haber sido buscado en las últimas noches por varios locales nocturnos. "Pivu" está señalado como integrante de la tercera línea de Los Monos, en una jerarquía que lo ubicaba "entre los lugartenientes y los soldaditos". Según los investigadores "hay más de cien llamados telefónicos que prueban su participación en la banda". Por eso los investigadores creen que ayer sumaron otra: el departamento que habitaba en la zona de Mitre y avenida Pellegrini había sido alquilado por Mariano Ruiz, el "contador" del grupo mafioso, que está detenido por concretar operaciones de lavado del grupo narco.

Los hombres de Judiciales secuestraron además una automóvil Peugeot 307 color negro, y un moto Honda modelo Tornado, del mismo color. Según los pesquisas, el "Pivu" Villa regenteaba los bunkers de villa La Lata, otro en Moreno 5700 y un tercero en Esmeralda al 1900.

La investigación del juez Vienna se inició el 8 de setiembre de 2012 cuando en la esquina de Entre Ríos y 27 de Febrero fue ejecutado a tiros "Fantasma" Paz, quien circulaba junto a su esposa y una pequeña hija a bordo de una flamante cupé BMW blanca que estaba a nombre de un reconocido empresario de la ciudad.

Paz era cuñado de Claudio "Pájaro" Cantero, por entonces jefe indiscutido de la banda de Los Monos. Pero a éste lo asesinaron a tiros la madrugada del 26 de mayo de este año frente al boliche Infinity Night, en Villa Gobernador Gálvez. Tras ese crimen se desató una seguidilla de ejecuciones con olor a venganza, entre ellas las de Claudio Demarre (dueño del boliche mencionado) y la de Nahuel César (hermano de Milton, un joven apresado en la causa y acusado de haber sido uno de los sicarios que mató a Cantero).

Esa situación obligó a la Justicia a apurar los tiempos investigativos y poner en manos de la División Judiciales y la Tropa de Operaciones Especiales la tarea de llevar tras las rejas a los principales responsables de la narcocriminalidad rosarina.