Faltan apenas seis días y en la comunidad educativa de la escuela provincial de calle Crespo 849, crece la desesperación. Es la última instancia para el desalojo, el epílogo de una larga serie de incumplimientos de parte del Ministerio de Educación de Santa Fe que terminó por exasperar al propietario del inmueble que tramita -desde hace años- su devolución. La única gestión que salvaría a la escuela a la que asisten 1.200 alumnos, sería una oferta concreta de compra del inmueble, valuado en aproximadamente, un millón de pesos. "Sé que se están haciendo gestiones, pero los días pasan y cada vez falta menos. Estamos realmente desesperados", dijo ayer a Rosario/12 el director del establecimiento educativo, Juan Carlos Bozac. La última orden de desalojo es muy clara: El último plazo se cumplirá el próximo jueves 29. El Concejo Municipal de Rosario podría tratar en la sesión de hoy un proyecto de declaración respecto de este conflicto.

Se trata de un edificio de unos 3.600 metros cuadrados construidos en el que funciona la escuela desde el año 1992, cuando fue transferida al ámbito de la provincia. Allí concurren diariamente, en cuatro turnos, unos 1.200 alumnos mayores y adolescentes que asisten a un EGB semiespecial y para capacitación técnica. Es decir, se trata de un oferta educativa que no abunda y que constituye para muchos, la única alternativa de estudio y capacitación a una edad en la que se hace difícil el proceso educativo.

A mediados de 1999, la provincia dejó de pagar el alquiler del inmueble de la calle Crespo. Y recién el año pasado saldó esa deuda y renegoció un contrato de alquiler con el propietario del inmueble. Pero al corto tiempo el ministerio volvió a incumplir básicamente porque no acordaba con la nueva tasación que pretendía el propietario. Operaron las cláusulas que tenía el contrato y el ahora el dueño sólo quiere la venta del inmueble. Nada quiere saber con volver a alquilarlo y mucho menos a la provincia.

Rosario/12 habló con el dueño del inmueble Alejo Infante sobre si había conversaciones de última hora con el ministerio de Educación. "Pregúntele a la provincia", respondió Infante, "yo no voy a hablar más de este tema. Mi postura está clara, yo quiero la devolución del edificio".

Por su parte, el director Bozac mostró su preocupación en diálogo con este diario. "No vemos que haya novedades que puedan revertir esta dramática situación. Estamos realmente muy preocupados porque sabemos que éste es el último plazo y se vence dentro de muy pocos días. Si no hay una negociación de último momento, nos quedamos en la calle". Bozac destacó que además del perjuicio para los alumnos, "hay que tener en cuenta que aquí trabajan más de setenta personas, con muchísima dedicación, que también vemos peligrar nuestra fuente de trabajo".