Más de trescientos nombres de mujeres muertas, con trescientos claveles rojos, perfectamente alineados en cuatro filas sobre la esquina de Balcarce y Pellegrini, erizaron la piel de quienes transitaron ayer por la manzana de los Tribunales provinciales. La organización Mujeres de Negro visibilizó a cada una de las víctimas de femicidios y muertas por abortos clandestinos, durante este año, en el país. Pegados en el piso quedaron plasmados los relatos de cómo fueron asesinadas y por quiénes. La exposición se completó con una gran foto del rostro alegre de Vanesa Celma, la joven madre de 26 años que murió quemada en 2010, rodeada de decenas de carteles con frases para alentar la denuncia y reclamar la presencia del estado, en todos sus poderes. "A la mujer le cuesta mucho acceder a la Justicia, donde muchas veces ni siquiera llega la denuncia policial. El caso de Vanesa es un ejemplo de esto: la causa sigue caratulada como incendio. Cómo es posible?", reclamó Martha Pérez, de Mujeres de Negro.

La actividad, que conmovió a hombres y mujeres que se detenían a leer los casos, se realizó en conmemoración del Día de Lucha contra la Violencia de Género y convocó también a representantes de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y de la Multisectorial de Mujeres de Rosario. "Griselda. 26 años. Asesinada el 20 de agosto por su marido, quien le disparó con un arma. Tenía una hija", decía uno de los 236 carteles con víctimas de femicidios. Había otros 80 para recordar las muertes por aborto clandestino.

"Queríamos hacerlo de esta manera para que la gente tome conciencia, y que se entienda que no es algo que se vive para adentro, sino que es un problema cultural. Esto muestra que no son simplemente cifras, son mujeres con nombre y apellido, con hijos que quedaron huérfanos. Reclamamos por la ley de pensión para los hijos de estas víctimas, presentada por la diputada Alicia Gutiérrez, y que está encajonada en la Legislatura", reclamó Pérez. Y destacó que la mayoría de las víctimas tenía entre 15 y 40 años, que murieron a manos de su pareja o ex pareja, y que en casi todos los casos, fueron asesinadas en sus casas. Muchos de los hechos fueron provocados "con ensañamiento y odio".

La representante de las mujeres reclamó a la Justicia: "Necesitamos protección, porque cuando se rompe una prohibición de acercamiento de un hombre denunciado hay un delito y acá no lo consideran así". También le reclamó al estado provincial la implementación del botón de pánico, anunciado en mayo pasado.

En tanto, Eva Domínguez, cuñada de Vanesa Celma, lamentó que la Justicia "no escucha" los reclamos de la familia, que apuntan a la pareja de la joven que estaba embarazada cuando fue brutalmente quemada. "Su hijo más grande contó en cámara Gesell que el fuego que vio salía de la habitación donde estaban Vanesa y su pareja. Seguimos luchando por el cambio de carátula y para que este hombre sea imputado", dijo la mujer.