En audiencia oral y pública, la Justicia liberó a uno de los cuatro policías implicados en el homicidio de Gabriel Riquelme, el joven de 20 años baleado en una persecución protagonizada por efectivos de civil. Julián L. G. estuvo acusado del delito de homicidio agravado, al igual que sus tres compañeros, pero luego de una declaración y el ensamble de las pruebas recogidas, la fiscalía le cambió la carátula a su causa a la de "incumplimiento de los deberes de funcionario público en concurso real con encubrimiento agravado", por lo que sigue sometido a proceso. Es que el agente que al principio se negó a declarar aportó hace un mes los datos acerca de cómo se dieron los acontecimientos que terminaron con la vida del chico de Villa Gobernador Gálvez, y las pruebas recogidas por los investigadores encajan tanto en sus dichos como en los de las víctimas de la persecución, que viajaban con Riquelme en el mismo auto, la madrugada del 3 de marzo pasado.

Si bien anteayer el juez Juan Carlos Curto rechazó el acuerdo para que el acusado llegara a juicio abreviado -y recién el lunes se conocerán los fundamentos de esa decisión- por tres años de prisión en suspenso y seis de inhabilitación para el cargo público; ayer la fiscalía avaló que el imputado continúe el proceso en libertad, porque la pena en expectativa por los nuevos delitos achacados "disipa los supuestos de peligrosidad procesal".

Frente al rechazo del acuerdo que habían alcanzado la defensa y la fiscalía por este imputado -los otros tres siguen acusados de homicidio calificado-, anteayer los abogados Maximiliano Nicosia y Virginia Pittaro, se manifestaron sorprendidos por la decisión de Curto. "No sabemos por qué se pasa por alto un acuerdo que estaba hablado con todas las partes del proceso, como la defensa, la fiscalía y hasta el fiscal regional, el querellante y las víctimas", se quejó Nicosia.

El acuerdo llegó un mes después de que L.G. declarara cómo se dieron los hechos. Relató que el policía que conducía le pasó el arma reglamentaria a otro de ellos, y que éste tiró desde el Palio en el que viajaban, hacia el Chevrolet Celta en el que circulaba Riquelme con cuatro amigos. Los cuatro imputados se presentaron 24 horas después ante la Justicia. Tras el descargo, a L.G. se lo acusó de "haber omitido presentarse después del hecho con intención de ayudar a los coautores a ocultar el homicidio".