Luego del descabezamiento de su cúpula, y del allanamiento a su sede, la Brigada Operativa Departamental n 2 de Drogas Peligrosas, junto con las Tropas de Operaciones Especiales, ejecutaron cuatro allanamientos ayer de madrugada en distintos puntos de la ciudad, y concluyeron con el arresgo de siete personas y del decomiso de estupefacientes, teléfonos celulares, un revólver e instrumentos utilizados para la venta de la mercadería ilegal.

Los agentes partieron en horas de la madrugada con órdenes del juez federal Carlos Vera Barros, a pedido del fiscal Marcelo Di Giovanni, sobre cuatro sitios señalados como quioscos de venta de drogas. Uno de estos lugares es recurrente en la crónica reciente de los allanamientos antidrogas y derribo de búnkers: en dos casas junto a la vía que corre entre Gálvez y Virasoro, y entre Pueyrredón y Santiago, donde fue detenido el primero de los involucrados.

El procedimiento se realizó de manera simultánea, para asegurar el efecto sorpresa y evitar que en uno y otro punto cundiera la alarma. El recaudador de la organización, informaron fuentes de la causa, cayó detenido en Campbell al 3400. Mientras tanto, una numerosa partida de policías provinciales irrumpía en el barrio La Granada. En una vivienda de pasaje América al 6300, informaron, fue detenido el resto de los miembros de la célula investigada, entre ellos, el encargado de proveer de cocaína y marihuana a los kioscos. No obstante, restaba elucidar la posibilidad de que alguno de los detenidos estuviera en el lugar como comprador.

El procedimiento fue el debut del oficial Néstor Figueredo a cargo de la brigada rosarina de la ex Drogas Peligrosas. El viernes la secretaria de Delitos Complejos, Ana Viglione, dispuso el relevo del jefe anterior, Juan Castañeda, y de otros seis agentes. La funcionaria alegó que la remoción de Castañeda se debía a que él solicitó su traslado después de sentirse objetado al no ser convocado para participar de los 30 allanamientos realizados el domingo anterior en su zona, y que derivó en el desmantelamiento de una banda vinculada a ex colaboradores de Esteban Alvarado, preso en un penal bonaerense y a punto de juicio oral.

No era para menos: las TOE entró el jueves en la sede de la brigada, en Dorrego al 100, para buscar evidencias de posibles connivencias policiales con la banda desarticulada.