Tras la denuncia de dos padres de alumnos del Normal 1 por una clase de tinte religioso que se produjo el pasado 8 de mayo durante la hora de Ciencias en segundo grado, el Ministerio de Educación de la provincia tomó cartas en el asunto: pautó una reunión con la directora de la escuela y los denunciantes. También ayer, la Cámara de Diputados aprobó sobre tablas un proyecto de declaración de Alicia Gutiérrez (Frente Progresista) para que el Ministerio "actúe rápidamente ante el supuesto dictado de una clase de tinte religioso en una escuela pública y laica".

El secretario de Educación, Jorge Márquez, aclaró que el Ministerio no avala la formación religiosa "de ningún tipo en la educación pública, que se define, justamente, por ser laica y libre de credos".

Sin embargo, el funcionario quiso morigerar el impacto de la denuncia pública de Gerardo Romagnoli, publicada ayer en Rosario/12, a quien se sumó otra madre, Silvia. "Con miras a este contexto de intolerancia que vivimos, buscamos que prime el diálogo y la reflexión", dijo Márquez. La intención gubernamental es "facilitar el diálogo y la convivencia", con una reunión entre las partes.

El funcionario descartó que se inicie un proceso de investigación contra la institución. No obstante, tratará de determinar si lo sucedido es "un hecho puntual dentro de la libertad de cátedra del docente y que tiene que ver con una formación general o si hay un programa sistemático" que vulnera la libertad religiosa.

Mientras tanto, la legisladora Gutiérrez planteó el tema en la Legislatura. La Cámara de Diputados aprobó ayer un proyecto en el que se sostiene que "vería con agrado que el Poder Ejecutivo a través del Ministerio de Educación tome inmediata intervención sobre la supuesta clase de contenido religioso, con el objetivo de garantizar lo preceptuado por la Constitución Nacional".

Con abundante argumentación, Gutiérrez recordó que "el derecho constitucional argentino garantiza la igualdad en el ejercicio de los derechos a los ciudadanos, más allá de las características étnicas, raciales, religiosas, culturales, de género y sin diferenciar entre naturales y extranjeros". Además de basarse en Convenciones internacionales de derechos civiles y políticos, en preceptos de libertad religiosa y laicicidad, Gutiérrez recordó: "Se ha dicho, y con mucho acierto, que 'la democracia no debería considerar la existencia de una mayoría, sino de todos. De lo contrario sería la dictadura de una clase: la mayoría'. De todas formas las mayorías, deben inexorablemente contemplar que las instituciones de la República estén al servicio y cobijen a todos, por lo que, en ellas, se impone excluir de la educación pública, enseñanzas religiosas que solo apartan unos a otros, segrega y excluye".