El allanamiento que dispuso el martes la Justicia en la sede del Sindicato de Camioneros, derivó ayer en otras medidas similares sobre domicilios particulares de cuatro delegados gremiales. El objetivo fue el mismo: buscar armas en el marco de la investigación del asesinato del afiliado Nicolás Savani, ocurrido el 12 de abril pasado en la antesala de una asamblea en el cámping sindical de Pérez. El resultado de los allanamientos de ayer también fue el mismo que el realizado sobre el edificio de calle Pasco al 1000: negativo. Desde el gremio manifestaron sorpresa ante estos movimientos de la pesquisa fiscal, pero ratificaron su apoyo. "Más allá de las formas en las que se llevaron a cabo, con uso excesivo de la fuerza, estamos de acuerdo con que se investigue el crimen de Nicolás. El fiscal hace su trabajo, aunque pareciera dar pasos algo perdidos en busca de pruebas", sostuvo el representante legal del gremio, Gabriel Navas.

Agentes de la Tropa de Operaciones Especiales allanaron cuatro viviendas particulares correspondientes a sendos delegados del Sindicato de Camioneros que participaron de la asamblea celebrada aquel sábado de abril en el cámping de Pérez, y que había sido convocada por el entonces secretario gremial, Rubén López. Este sector del gremio mantiene un declarado enfrentamiento con quien por entonces era el secretario general, Marcelo Dainotto, hoy destituido e investigado penalmente por presunto enriquecimiento ilícito.

"Por los objetos hallados en el procedimiento podríamos decir que fue negativo, es decir, fuimos con una orden a buscar armas y no las encontramos", reconoció el fiscal jefe de la Unidad de Homicidios Dolosos, Adrián Spelta.

Savani murió baleado cuando el micro en el que se trasladaban afiliados del sector que respondía a Dainotto se detuvo a la altura de la planta eléctrica de Transener, a unos mil metros del predio donde luego se desarrolló la asamblea de todos modos. Hubo cruce de disparos cuyo origen la pesquisa aún no estableció. El saldo fue heridas en cinco militantes entre los que estaba Savani, que murió luego en el Hospital de Emergencias Clemente Alvarez. El joven, de 27 años, se desempeñaba como chofer de una empresa distribuidora de cervezas.

El peritaje en la escena del tiroteo permitió recoger más de 30 vainas servidas de pistolas. "Por esa razón lo que se está buscando son algunas de esas armas que fueron percutadas y tal vez ocasionaron la muerte. Sabemos que hay un número importante de personas y armas utilizadas en el lugar del hecho, y es por eso que se realizaron estas medidas", explicó Spelta.

El primer intento fue infructuoso, anteayer, cuando un equipo de las TOE irrumpió en la sede de Pasco 1073, pero no encontró lo que buscaba. Ayer intentó lo mismo en los domicilios de cuatro delegados, con el mismo resultado. "Es raro que después de casi tres meses vaya alguien a buscar un arma a un lugar cuando tendrían que haber ido al día siguiente", dudó Pedro Mariani, dirigente de la Federación Nacional de Camioneros y que había sido enviado como interventor del gremio. Mariani aclaró que su papel de interventor no se formalizó porque "los compañeros que están al frente del sindicato" lo impugnaron, dijo en alusión a la conducción que quedó en pie, con Rubén López al frente.

Navas, abogado del gremio, consideró que "el fiscal hace su trabajo, aunque parece que está dando pasos algo perdidos en busca de material probatorio. Quizás él tenga alguna hipótesis que ignoramos y está bien, estamos conformes: somos los primeros interesados en que se esclarezca la muerte de Nicolás". Y aseguró que en los lugares allanados "no hay armas ni nada relacionado con la causa".

Navas cuestionó el despliegue de las TOE para llevar a cabo el allanamiento en sede gremial: "Vinieron con dos carros de tropa, cerraron la calle, entraron con armas, haciendo uso excesivo de la fuerza. Acá había afiliados, mujeres con niños que se asustaron. No era la forma de hacerlo".