La sentada de alumnos que ayer cortó el tránsito en Pellegrini y Ayacucho no fue el habitual "taburetazo" que celebran cada año los ex estudiantes del Instituto Politécnico Superior, sino una protesta del Centro de Estudiantes del secundario por las deficiencias edilicias que padecen y en reclamo de mayor presupuesto para repararlas. La forma del reclamo generó la reacción de las autoridades, que consideró la manifestación como "fuera de lugar" porque de esa manera "los jóvenes no aceptan su derecho a aprender", según el vicerrector, Francisco De Marco.

La expresión de descontento por parte de los alumnos sobrevino luego de que el Centro de Estudiantes convocara a una asamblea en el patio de la esquina del tradicional colegio que depende de la Universidad Nacional de Rosario. La consigna fue reclamar mejoras edilicias y mayor presupuesto. "Queremos tener clases en condiciones dignas, porque actualmente la situación edilicia es desastrosa", exigieron los jóvenes.

Entre las falencias, apuntaron la falta de gas para calefaccionar las aulas --Litoral Gas cortó el servicio luego de una inspección-- y la caída de mampostería de los techos encima de los bancos. "Así es imposible prestar atención y aprender", expusieron.