El secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, encabezó ayer 23 allanamientos realizados en desarmaderos de autos en Rosario y cuatro localidades de los alrededores por Gendarmería, Prefectura, Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) y Policía Federal, con participación de la fiscalía de la Unidad de Delitos Complejos. "Buscamos a los responsables de las organizaciones", dijo en conferencia de prensa junto al ministro provincial Raúl Lamberto y el fiscal de la Unidad de Delitos Complejos, Sebastián Narvaja, quienes confirmaron que en los procedimientos se detectaron irregularidades por lo que calificaron el despliegue de "positivo". No hubo arrestos porque, por ley, el delito es excarcelable, aunque el fiscal aclaró que el objetivo no es la persona que está "en el mostrador" si no "buscar a los verdaderos responsables que lucran con esta actividad". "Pretendemos desarmar estructuras delictivas -ponderó Narvaja-, desarticular la economía y el mercado de autopartes, que genera delitos violentos muchas veces seguidos de muerte".

"Estas autopartes están machadas con sangre", dijo Berni. Y agregó: "Sabemos la estrecha vinculación que existe entre el desarme de autos, el delito de la sustracción de automotores y el robo seguido de muerte".

Berni aseguró que aún falta "procesar e inventariar todo la información recabada, lo que llevará mucho esfuerzo". El funcionario estimó que lo secuestrado podría tener un valor "varias veces millonario" ya que se encontraron "unas veinte mil autopartes" muchas de las cuales están sin respaldo legal. El secretario de Seguridad aclaró que es posible verificar los datos de cada equipo y después "encontrar informáticamente de qué vehículo es y si tenía pedido de secuestro".

Los procedimientos fueron todos "positivos" en talleres de Rosario, Pérez, San Lorenzo, Piñero y Granadero Baigorria.

El fiscal Narvaja, quien llevó adelante la investigación desde el Ministerio de Público de la Acusación, aseguró que el megaoperativo es el resultado de "una investigación muy compleja y sofisticada, sólo posible por el trabajo conjunto de las áreas nacionales y provinciales, y de investigación del Poder Judicial".

El integrante de la Unidad de Delitos Complejos recalcó que "ninguna agencia por si sola puede llevar adelante este tipo de investigación" y señaló que "ataca a mercados delictivos", es decir que afecta a "flujos de dinero". "Este tipo de mercados son los que vuelven rentables la actividad criminal y atacarlos es muy importante", agregó.

Narvaja dijo que por la ley 25.671 la actividad impone penas menores por lo que no permanecen personas detenidas tras los 23 allanamientos. De todas formas, aseguró que se va a "procesar e inventariar todo la información encontrada y eso va a llevar mucho esfuerzo". También aclaró que el objetivo no es arrestar a la persona que está "en el mostrador, si no buscar a los verdaderos responsables que lucran con esta actividad". "Pretendemos desarmar estructuras delictivas" ponderó Narvaja.

Por su parte el secretario de Seguridad nacional estimó que el golpe al sector delictivo ascendería a varios millones de pesos con "miles de partes de repuesto" incautadas. Berni se excusó de dar detalles de la causa pero aseveró que con los datos de cada autoparte se puede "encontrar informáticamente de qué vehículo es y si tenía pedido de secuestro".

Destacó la importancia en materia de seguridad del megaoperativo ya que existe una "estrecha vinculación entre el desarme y el robo de vehículos; y del robo de vehículos seguido de muerte".

Tanto el fiscal como el ministro Lamberto destacaron la acción conjunta de las fuerzas federales y la justicia provincial, así como la coordinación llevada adelante desde la base operativa de Gendarmería. "Es el camino que la sociedad ha valorado", dijo el ministro quien, como el resto de los que participaron de la reunión de prensa, evitó expedirse acerca del tiempo que permanecerán las tropas federales adicionales que trabajan en Rosario. Tampoco aclaró por qué la policía provincial no tuvo participación en el operativo.