CIUDAD › QUIEREN QUE EL CUMPLEAñOS DE OLMEDO SEA EL DíA DEL BUEN HUMOR
El Etur juntó a los históricos amigos del cómico con el objetivo de generar una nueva efemérides de identidad rosarina que sume a la marca de ciudad y redunde en otra excusa para atraer visitantes. Aval de hoteleros y gastronómicos.
› Por Evelyn Arach
Este 24 de agosto "El Negro" Alberto Olmedo hubiera cumplido 81 años. Su humor sigue siendo una huella indeleble, por eso sus amigos, respaldados por la Municipalidad, proponen que esa fecha, la de su natalicio, sea declarada como el "Día del Buen Humor". Fecha para cultivar una virtud tan indispensable como difícil de conservar. La idea es que trascienda a nivel nacional, pero comience en Rosario, donde ya cuenta con el aval de la Asociación Hotelero Gastronómica, que elaborará propuestas y descuentos que ameriten cambiar el ánimo de quienes decidan sumarse. Ayer se dio el puntapié inicial con un acto sencillo, junto a la escultura de bronce que recuerda al capocómico, en su barrio, Pichincha.
Desde la sonrisa eterna que saluda junto a la avenida Rivadavia, ayer surgieron las anédoctas, pinceladas que siguen pintando facetas de este cómico único en su especie: desde la adolescencia, cuando hacía el reparto de carne a domicilio y subía a varios amigos en su bicicleta para ayudarlo a revolear los paquetes, o cuando se paraba sobre una mesa de billar para concluir una jugada, hasta sus andanzas como actor ya consagrado que volvía a su barrio cada tanto en honor a la amistad.
"El Negro era muy buena persona, mejor como persona que como actor y eso que era un grande, pero manejaba muy bien los códigos de la amistad. Eso sí, cuando se le ocurría hacer algo cómico, era espectacular", resumió Bernardo "Chiquito" Reyes, compañero de aquella época. Entre risas rememoró las 12 horas que pasaron él, Olmedo, el cantante Alberto Cortez y otros camaradas bebiendo champagne sin pausa en un hotel de Mar del Plata. Aquel 5 de marzo de 1988, el humorista falleció en esa misma ciudad. Tenía 54 años.
--Se lo imaginan a Olmedo a los 81?, propuso Rosario/12. El que contestó fue Osvaldo Martínez, compañero de la infancia y junto a quien integró un equipo de acrobacias durante años. "Tal vez, me imagino que sería como su papá, un tano muy divertido, que era dueño del cine Echesortu, José Mautano. El Negro no llevó su apellido sino el de la madre, y recién retomó contacto con él unos 8 años antes de morir. Eran muy parecidos. Y me lo imagino así, un viejo divino, atorrante, con gran sentido del humor", dijo.
Lo cierto es que la palabra humor aparece asociada al Negro en casi todas las frases y trae a la memoria al otro Negro: Roberto Fontanarrosa. Por eso, desde el Ente Turístico Rosario se busca capitalizar el legado de personalidades tan significativas.
"Es nuestra tarea como rosarinos sostuvo el presidente del ETUR, Hector De Benedictis reafirmar que Fontanarrosa, Olmedo, el Che Guevara, Lionel Messi, cada uno de ellos tienen que ver con una condición de la ciudad: el humor de Rosario, la pasión por fútbol que vive Rosario en una dimensión que en otros lugares nos se ve... entonces hay que revalorizarlos a ellos y a lo que representan", afirmó.
En ese sentido, establecer un Día de Buen Humor aparece como una manera ingeniosa de recordar a una de esas grandes personalidades con su mayor virtud. "Sería bueno que trascienda a nivel nacional, pero queremos comenzar por Rosario. Aquí existe el aval de la Asociación Hotelero Gastronómica, que se sumará con propuestas especiales para salir a cenar. La idea es que hasta los comercios nos hagan buenos descuentos. Nos merecemos un día para cultivar el buen humor", anticipó De Benedictis. Y está claro que más que una efemérides destacada, lo que se busca es que sea un festejo popular. Tan popular como el homenaje de bronce ubicado en Pichincha que recuerda a Olmedo.
La escultura. Chiquito Reyes abrazaba ayer la estructura de bronce, le acariciaba la calva, como reencontrándose con el amigo que se fue hace 26 años. Tal vez eso mismo es lo que hacen los cientos de turistas que todos los años se acercan para sacarse una foto con el enorme humorista.
"Hay familias de todo el país que llegan aquí con mucha calidez. La gente no viene para sacarse una foto con una escultura de bronce, sino con alguien que le dio buenos momentos, reconocen lo que significa Olmedo en su vida", interpretó la artista Carmita Batlle, autora de la obra. Sostiene que le resultó particularmente divertido hacer a los distintos personajes del cómico asomándose a espiar a su mentor. Así, desde 2007, todos los días Rogelio Roldán, Capitan Piluso, General González, Rucucu y El Manosanta, le arrancan una sonrisa a transeúntes ocasionales y memoriosos nostálgicos que transitan por la ochava de Pueyrredón y Rivadavia.
"Nadie se va a ir del todo de este mundo, si existe alguien que lo recuerde", afirmaron sus amigos mientras soplaban 81 velitas por él. Y es que en el primer Día del Buen Humor hubo torta de cumpleaños, canciones de No Toca Botón y clima de fiesta. El primer paso de un camino que propone nada menos que una irresistible carcajada como excusa.
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