El intendente Miguel Lifschitz elogió ayer "los logros alcanzados por el Plan Rosario Hábitat que permitirá a unas 7500 familias abandonar los asentamientos irregulares en los que viven y acceder a una vivienda digna". Durante una recorrida por las viviendas de Rouillón y bulevar Seguí, el titular del Palacio de los Leones destacó "la calidad urbana" de este tipo de barrios en los que "el pavimento, las cloacas, el centro de salud y el transporte han sido previstos". Y explicó que "las viviendas son reducidas, de 40 metros cuadrados, pero tienen la posibilidad de ser ampliadas tanto hacia arriba como hacia los costados".

El intendente dio cuenta de que en la actualidad se está trabajando con 5 mil familias a la vez que está previsto trasladar a unas 2500 más en lo que resta del año y principio del próximo.

Lifschitz también se refirió a las migraciones internas que, sobre todo desde Chacho, llegan a la ciudad. "Es necesario que sus provincias de origen encuentren soluciones para que puedan hallar una vida digna allí que, por otra parte, es lo que los mismos migrantes desean".