Las pericias que realizó Gendarmería Nacional al Audi R8 que conducía Juan Alberto Paladini, cuando falleció en un accidente, el 13 de septiembre pasado, revelaron un impacto interno y dos externos en el parabrisas, uno realizado "por un elemento contundente". Sin embargo, la pericia policial no es coincidente, ya que habla de golpes internos. La versión de los familiares apunta a un presunto "ladrillazo" mientras el empresario circulaba por Circunvalación, en la zona de calle Pellegrini. El abogado Darío Bleger aclaró que aún no se pudo comprobar de qué elemento contundente se trata. "Estamos esperando el informe del laboratorio con los hisopados", dijo el letrado. En tanto, el médico forense determinó que la víctima falleció por "politraumatismos varios". Sobre el cinturón de seguridad, aún no se determinó si lo tenía puesto. La computadora de Audi sólo arrojó la hora del siniestro.

Paladini murió aquella lluviosa siesta de sábado, cuando el vehículo despistó, mordió la banquina e impactó en una zanja de la Circunvalación. Su cuerpo fue hallado a 20 metros del auto.

Según el informe de la fiscal Mariana Prunotto, "se observa daño en el parabrisas del vehículo". La fiscalía dio cuenta de que una vez finalizadas todas las pericias de rigor se procedió a entregar los efectos personales a los familiares, como así también el automóvil, aunque quedó a disposición de la justicia.

Tras la solicitud por parte de los Paladini, se amplió la pericia en un taller de Garzón 1143 bis. En tanto, el 18 y el 23 de septiembre, miembros del Departamento de Criminalística y Estudio Forense de Gendarmería Nacional peritaron los daños del Audi R8, con la fiscal y el abogado de los Paladini. Además, estuvo personal de Volkswagen División Audi Argentina y analistas de accidentes de la misma empresa.

El informe de Gendarmería expone: "El impacto A está ubicado en la parte superior del parabrisas. Del análisis que presenta el impacto

y teniendo en cuenta la ubicación, próximo al espejo retrovisor, se procedió a posicionar éste en su lugar de origen, dado que se

encontraba en el piso, constando que su vértice coincide con el cono del impacto en el parabrisas, confirmando la incidencia de la energía desde el interior del vehículo hacia el exterior". En cuanto al impacto B, indicaron que "el perito aclaró que todos los indicios hacen presumir que el impacto es externo". Mientras que en el análisis del llamado impacto C "se establece que la fuerza que produjo el mismo fue desde el exterior hacia el interior, por un objeto contundente de menor tamaño al que pudo originar el impacto B".

En tanto, de la ampliación pericial de la Sección Pericias Técnicas del Automotor se determinó que "el parabrisas se encuentra astillado en el sector izquierdo y medio, constatándose tres impactos visibles: golpe de menor magnitud ubicado en la parte central del parabrisas, hacia la izquierda. Siendo sus daños compatibles por impacto del espejo retrovisor, posiblemente impulsado por alguna parte del cuerpo del fallecido; otro ubicado en la parte central media del lado del conductor, que coincide con las lesiones que presenta el informe del médico forense. En este punto descartan que el daño sea producto de un objeto proveniente del exterior del vehículo"; y un tercer impacto "inferior a los otros mencionados, siendo compatible con el golpe puntual de un elemento suelto" en el auto.

El Ministerio Público de la Acusación indicó que de los informes "preliminares" se desprende "que las improntas constatadas en el lugar del hecho sobre el parabrisas son coincidentes con las lesiones que se constataron en el informe de autopsia del Instituto Médico Legal". Es decir, que son producto de los golpes del cuerpo contra el parabrisas.