El ministro de Seguridad, Raúl Lamberto, rechazó la forma de protesta que un grupo de taxistas montó anteayer frente a su casa familiar, y también el pedido de renuncia. "Nunca pensé en dar un paso al costado. Hay que tener mucha fuerza y espalda para estar en este ministerio", afirmó. El funcionario salió a responder, otra vez sólo a medios radiales, la ola de críticas que le llovieron desde un grupo de taxistas denominados como "autoconvocados", a partir de la agresión por un presunto asalto que sufrió un chofer el martes a la noche, en Uriburu y Ayacucho. "A este ministro le tocó revertir una situación extremadamente compleja, difícil en lo político, en el diálogo con el gobierno nacional, en una realidad de estigmatización muy grande de la ciudad. Se fue cambiando y esa realidad que hacía que el diálogo antes fuera imposible terminó con las fuerzas federales en la ciudad. Eso se debe a la gestión que se ha realizado", se defendió Lamberto.

Confirmó lo que Rosario/12 publicó en su edición de ayer, acerca de un informe remitido desde la Secretaría de Seguridad de la Nación que vinculó la protesta de los taxistas con el sector rebelde de la policía, representado en la organización Apropol, y que relacionó tres episodios de violencia sobre coches de alquiler con situaciones vinculadas a la distribución de drogas. Lamberto admitió que el reclamo de mayor seguridad "tiene validez", sobre todo en cuanto a los taxistas que trabajan de noche.