CIUDAD › LA MUERTE DEL JOVEN QUE FUE GOLPEADO POR PANADEROS DE BARRIO TRIáNGULO
"Tratamos de ver si hay un exceso en la legítima defensa o no, pero a priori no se puede hablar de linchamiento", señalaron fuentes judiciales. La familia de la víctima sostiene que salió en defensa de un adolescente que había ido a pedir pan.
› Por Luis Bastús
Mario Rodríguez murió a golpes varios, el domingo de madrugada en barrio Triángulo, pero no en la forma en que difundió la policía como la desaforada reacción de unos panaderos a un intento de asalto sino en el marco de una pelea entre dos grupos de personas que se conocían, según el fiscal del caso. La familia de la víctima también rechaza la versión del robo, pero sostiene que el chico, de 22 años, salió en defensa de un adolescente que había ido hasta el establecimiento a pedir un poco de pan. La clave para empezar a esclarecer lo ocurrido, para los investigadores, está en las imágenes que arrojen las videocámaras del local donde comenzó todo.
"Tratamos de ver si hay un exceso en la legítima defensa o no, pero a priori no se puede hablar de linchamiento. Porque para que se dé esa figura tendría que haber una interrupción en la dinámica del hecho: consumarse el robo y que luego las víctimas o terceros se reúnan y busquen al autor del hecho para tomar venganza hasta la muerte", expuso una fuente de la investigación, al tomar distancia de la primera versión que circuló anteayer, al difundirse desde la policía el asesinato de Rodríguez.
Es que lo que averiguó el equipo del fiscal de Homicidios Dolosos Adrián Spelta refiere a una pelea mezclada de insultos y golpes entre dos grupos de personas. "Las cámaras de seguridad de la panadería servirán para establecer cómo sucedió", señalaron desde Fiscalía. Sí parece confirmado que eran tres jóvenes los que el domingo a las 4.45 llegaron hasta una panificadora de avenida Presidente Perón al 6100, y que estos protagonizaron un enfrentamiento con el personal del lugar.
"Se puede observar a una persona que se hace presente precisó Spelta frente al local, a la panadería. Se determinará con posterioridad si tenía intención de robar o agredir a alguien. En esa circunstancia es agredido por la gente que estaba en el lugar, es expulsado del local", describió. "Esta persona siguió se ve que se continúa con la agresión y suponemos que es la persona que fue hallada fallecida en la esquina", añadió.
La policía informó entonces que el trío había ido con intención de perpetrar un asalto, mientras que la familia del joven asesinado contó ayer una versión muy diferente. Lorena Rodríguez, hermana de la víctima, aseguró que el muchacho regresaba a su casa luego de haber estado con su novia. Y que en esa cuadra encontró a un adolescente con el que tenía cierta amistad por convivir en el mismo barrio. Ese chico, según el relato de la joven, estaba en ese momento en la puerta de la distribuidora de pan con el propósito de pedir algo para comer. Y Rodríguez habría visto el instante en que un hombre salió del local y echó a su amigo con una cachetada. "Entonces Mario fue a defender al pibe, porque no había hecho nada malo, sólo fue a pedir un poco de pan para comer, y ahí empezaron a discutir, y salieron otros y lo cagaron a palos", relató la hermana del muchacho asesinado.
Para los investigadores, hubo tres personas que "eran conocidas por la gente de la panadería, por eso pensamos que puede haber alguna cuestión previa de fondo".
La gresca se trasladó a la calle, y allí, en la esquina de Garzón y la avenida, Rodríguez quedó exánime y sobre su propia sangre. El adolescente, ante el revuelo que se suscitó, huyó del lugar. La ausencia de heridas cortantes o de bala llevó a inferir que al muchacho lo mataron a golpes. Los hematomas en la cabeza daban cuenta de eso.
Ayer ante la prensa el fiscal Spelta dijo: "La palabra linchamiento es desafortunada utilizarla en estas circunstancias, sobre todo es en principio apresurado. Hubo una agresión inicial que podría tener como fin un robo o una simple intención de lesionar a alguien; que luego es repelida por gente que estaba presente en el lugar y luego se suman más personas".
El funcionario judicial quiso poner distancia entre este caso y el de David Moreyra, linchado por varias personas en Marcos Paz y Teniente Agneta, luego de un arrebato de cartera contra una mujer. "Cuando uno utiliza la palabra linchamiento hace referencia a hechos que han tenido repercusión mediática hace pocos meses, y este es un hecho en principio distinto -dijo Spelta-. Acá no hubo una interrupción con posterioridad al hecho, sino que lo que tenemos es una continuidad donde hay una agresión inicial y luego este grupo de agresores se ven repelidos de esta agresión".
El fiscal aclaró que los dos encargados del comercio Damián S, de 43 años, y Javier M, de 35 no fueron detenidos, sino que los llevaron a la comisaría en calidad de testigos.
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