CIUDAD
En defensa de su proyecto de reconversión de Pichincha, la Municipalidad busca poner límite a "la gran cantidad de edificios que bajan la calidad de vida de la gente del barrio". Puerto Norte, ejemplo de planificación.
La Municipalidad defiende el proyecto de reconversión del barrio de Pichincha frente al avance de la especulación inmobiliaria, que tiene apuntada a esa zona como nuevo centro para levantar torres de edificios sin más trámites. El director de Organización Territorial (ex Plan Director) de la Secretaría de Planeamiento Municipal, Pablo Varese, destacó que el plan para Pichincha es una prueba piloto. "Se trata de rescatar algunos valores urbanos, no tanto desde la cuestión histórica de lo que representa la zona para la ciudad, sino como un barrio de edificación homogénea, baja, que de golpe empieza a ser intervenido con una gran cantidad de edificios que lo que hacen también es bajar la calidad de vida de la gente del barrio", destacó.
Por eso, la intención de la admnistración comunal es avanzar con proyectos para distintos sectores de la ciudad, evitando la degradación que implica la construcción de edificios altos en zonas de casas bajas. "También hay otras partes de la ciudad que se tendrían que mantener, y no sólo alguno de sus edificios de valor patrimonial, como puede ser malentendido, sino la calidad del medio ambiente que se vive. Este anillo que rodea la ciudad entre los bulevares -Pellegrini, 27 de Febrero, entre Oroño y Francia-, también debería mantener un poco esa escala de ciudad con otras calidades espaciales y ambientales distintas a las del centro, y no que de pronto el centro empezara a invadir estos sectores, transformándolos también en lugares indefinidos".
El director de Organización Territorial señaló que el corrimiento puede explicarse en que "se ha perdido calidad de vida a partir de la alta densificación que ha tenido el centro en estos últimos 40 años. El centro -entre bulevares y el río- en algún momento fue el corazón del área metropolitana. Sintetizaba los valores urbanos de la ciudad pero también del área metropolitana".
"El escenario de fines de los `60 aspiraba a un modelo de ciudad con un centro muy densificado que era como una pirámide que decaía hacia los barrios más alejados donde la densificación era mucho menor", pero aclaró que "el centro tampoco ha terminado de saturarse como espacio de habitación. Todavía vemos la convivencia de baldíos o casas de menor calidad con edificios de altura, y uno se pregunta si todavía no se ha completado esto cómo puede ser que ya estemos avanzando sobre otros lugares de la ciudad con una caracterización social de escala barrial local muy precisa".
En respuesta a su propia pregunta, dijo que "en algún momento hablamos del fenómeno que podía ser la extensión de la centralidad tradicional, que tiene que ver con ese anillo que la rodea que ahora está intensamente operado inmobiliariamente", y sugirió que "habría que concentrar operaciones sobre determinadas áreas y no dejar que esta idea del centro se desparrame como una mancha de aceite, sino que hay que poner un esfuerzo en la imaginación de cómo puede ser la ciudad por fuera de los modelos que uno conoce".
Mientras tanto, Varese descartó que el modelo que apunta a una ciudad con una centralidad propia en cada zona, "ponga en competencia un proyecto de ciudad con otro", porque "el centro tiene sus valores, sus cosas que difícilmente cambien, que hay que mejorar obviamente, que hay que poner en valor algunas cosas del centro", y agregó: "El proyecto de Puerto Norte tiene ya diez años y sin embargo el centro estaba deprimido mucho antes de que empiece esta urbanización".
El funcionario dijo que "uno de los proyectos emblemáticos de los últimos veinte años, desde la vuelta de la democracia, es la recuperación de espacios públicos, del frente costero". En este sentido, Puerto Norte "es el proyecto emblemático en cuanto a representar en ese lugar los nuevos valores ciudadanos, la nueva forma de recreación, del espacio público como un lugar usado por todos los ciudadanos".
La zona de Scalabrini Ortiz es una de las más lindas de la ciudad, por su conexión directa con el río y su proximidad al centro. De esta manera, las características actuales de la zona y el uso de los espacios públicos del barrio, podrían modificarse a partir de la construcción de estas viviendas. Varese dijo que "estas dos torres que se están construyendo apuntan a un nivel social que supuestamente puede pagarlo, pero evidentemente en la ciudad esta concentración del área más cara para aquellos sectores más favorecidos no es nueva. La ciudad está construida así. El Boulevard Oroño y otros espacios de la ciudad están construidos en esos términos".
A continuación sugirió que estos "son términos más del mercado económico y de la operación inmobiliaria de algún desarrollador, que de las especulaciones propias del Plan", y puntualizó: "La especulación del plan es mantener un área de la ciudad cuyos dominantes sean los espacios públicos, abiertos, la construcción en densidades medias-altas y no de densidades altas como tenemos en el centro". En la misma línea, especificó que "lo importante es que la ciudad conserve y recupere esos territorios y el recorrido costero, porque no se trata sólo de poner una calle que te guíe sobre la costa, sino una sucesión de espacios públicos y costeros que garanticen el uso ciudadano, que de alguna manera es como democratizar la ciudad en algunos puntos".
Informe: Paula Kearney
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