El precandidato a intendente del Frente Progresista, Pablo Javkin (CC ARI), afirmó que si el espacio no es capaz de renovarse "puede perder Rosario, y por lo tanto retroceder a una alternativa de otro tipo, con otra impronta, más conservadora". El diputado nacional, lanzado desde hace unos meses para competir en la interna con la intendenta Mónica Fein, consideró que "hay un punto en el que la gestión se concentra más en defender lo que hizo que en pensar en lo que hay que hacer para adelante. Es difícil pensar que esta gestión pueda dar algo más de lo que dio". En diálogo con Rosario/12, Javkin desgranó sus propuestas, principalmente aquellas que están estrechamente vinculadas con los temas predominantes de la agenda local. "Rosario tuvo tres intendentes ligados al área de la salud y tuvo un gran desarrollo. Tuvo un intendente ingeniero que le dio un desarrollo importante a la obra pública, pero hoy hay que hablar de justicia, inseguridad, de como la ciudad gana en autonomía". Según Javkin, "Rosario no puede aceptar no tener mayor injerencia en la EPE, en la empresa Aguas, no se puede perder el tamaño y la jerarquía que tiene la ciudad".

¿El espacio que conformaron junto a Rubén Giustiniani (PS) y Mario Barletta (UCR) se afianza como una alternativa dentro del Frente Progresista?

Esto termina de materializar una idea que es fundamental, que el Frente tenga alternativas dentro del espacio, y que no siempre estén ligadas a quien ejerce el poder. Asoma una concepción de creer que solamente con el uso del aparato del poder se le va a dar vida al Frente Progresista. Hay muchísima gente que se suma a esta idea. Rosario tiene una agenda nueva, una ciudad que cambió abruptamente de perfil y en ese cambio deja afuera a una parte de la ciudad. No es casual que gran parte de los mayores problemas en los lugares que históricamente fueron los barrios de perfil industrial y de pequeños talleres y empresas. También hay una demanda en relación a poder combinar un modelo más inclusivo, integrado, y con más seguridad y convivencia pública con un municipio que no pierda la capacidad de respuesta de lo cotidiano, de una respuesta inmediata con el vecino. Creo que el proceso de descentralización quedó incompleto.

¿Usted plantea que se ha perdido el rumbo?

Hay un desgaste en la visión de la ciudad, problemas nuevos muy fuertes en los cuales cuesta encontrar soluciones de fondo, y una cerrazón cada vez mayor. Cuando Binner asumió la intendencia, se buscó incorporar gente que formaba parte de la vida de la ciudad, con prestigio e ideas nuevas para que aporte a la gestión municipal. Ese impulso se perdió siempre, a lo sumo en alguna segunda línea hay incorporación de algunos de los otros partidos del Frente. Hoy Rosario tiene un problema realmente importante, esto implica repensarla, rediseñarla, reconvertir su perfil productivo industrial, que tiene que poder mirar la Universidad, el aparato científico tecnológico, la posibilidad de vincular ese desarrollo de ciencia básica de punta que tiene la ciudad con la generación de empresas que puedan reconvertir la matriz productiva, que pueda integrar su territorio, que piense una matriz de transporte más diversa y que funcione mejor, y sobretodo que le de una respuesta inmediata al vecino.

¿Cómo se revierte esa forma de gobernar?

Hay que abrirse, escuchar a otros sectores. El deterioro, en términos electorales tiene que ver con que no hay apertura para esto. Tengo un enorme respeto por Mónica (Fein) y además me consta su esfuerzo, su capacidad de trabajo y su voluntad. Pero no es un problema de una persona, es un problema de una dinámica de una gestión que vive mirando lo que hizo bien y no tiene la capacidad, por lo menos con la contundencia que se necesita, de mirar lo que la gente nos está reclamando hacia adelante. Y si en un proceso no se tiene esa capacidad, alguien lo va a sustituir.

¿Cuáles son sus propuestas en materia de seguridad?

Son muchas dimensiones, pero concentrarse en este debate a nivel municipal, implica muchas decisiones. Estuve esta semana en barrio Itatí, donde entre otras cosas hay apertura de calles. Y claramente, hacerlo en algunas zonas es un desafío prioritario, no estamos hablando de cifras que el municipio no pueda afrontar. También, que un grupo de vecinos de un barrio alquile una motoniveladora para generar una zanja porque hay un problema de arrebatos dado por la velocidad de la calle, llegar a eso implica una distancia del municipio. Estamos relevando entre 18 y 20 lugares en distintas zonas donde el municipio, con una medida muy sencilla como los retardadores de velocidad, puede solucionar un problema grave. Hay mucho de eso, en iluminación, en el estado de las calles, en el transporte. Una gran contribución a la inseguridad es la exposición durante mucho tiempo a la espera de un transporte público.

¿Está de acuerdo con la creación de una policía municipal?

No estamos muy convencidos. Si bien hay algunos proyectos teóricos que uno podría compartir, tenemos mucha cautela. Sí creemos que el intendente tenga potestades sobre la policía, en la designación de los comisarios, en la infraestructura de las comisarías, donde el municipio en forma directa puede accionar. No hace falta una ley para reclamar esto. No se puede hacer una política progresista sin tomar en cuenta la seguridad pública, nadie padece tanto la inseguridad como las personas que menos tienen. Tiene que haber un cambio de paradigma, que hasta acá el Frente en sus gestiones no lo ha podido resolver. El intendente tiene que tener vínculo directo con los fiscales, esto también hace al control político de la policía. Si fuera intendente, tendría todas las semanas reuniones con el fiscal regional y sus equipos. Seguramente no vamos a solucionar el problema del narcotráfico desde una política municipal, pero sí se puede solucionar el problema de inseguridad del vecino que no puede salir de su casa a determinado horario.

El diputado justicialista Eduardo Toniolli criticó a las fuerzas que compiten en la interna del Frente, que ejercen una dura oposición meses antes de las elecciones, y después son oficialismo puro

No voy a polemizar con alguien que va a participar de la interna de otro frente, menos con Eduardo a quien le tengo un enorme respeto. Si él aplicara ese criterio a su sector político no debería haber otros candidatos a presidente que (Daniel) Scioli. No entiendo que pueda haber una impugnación a que uno dentro de un frente plantee otra propuesta, menos en nuestro caso que hemos ido siempre a elecciones a competir dentro del frente contra los oficialismos. Es una conducta, para los que nos conocen, de mucho tiempo. Y creo además que es muy parecida a la que él toma dentro de su sector. Reivindico ese camino, tenemos derecho a tomarlo.

Remarcó que no puede perderse el tamaño y la jerarquía que tiene la ciudad. ¿Le ha faltado jerarquía a la intendenta para resolver los problemas?

La ha condicionado mucho a la ciudad, no a la intendenta, el hecho de pertenecer al mismo sector político que gobierna la provincia. Estos no son temas personales. Me parece que institucionalmente Rosario está desjerarquizada en el mapa provincial. Pero estoy seguro que la intendenta no puede estar contenta con algunas cuestiones del funcionamiento de empresas de servicios o de la policía en la ciudad. De hecho, ahora lo empezó a manifestar, y está bien que lo haga, aunque estemos en proceso electoral. Prefiero que aún en la competencia haya escuchas para lo que venimos planteando porque el problema de la ciudad lo tenemos que solucionar todos.