CIUDAD › MURIó EL CHOFER QUE FUE BALEADO DURANTE UN ASALTO EN NUEVO ALBERDI
Hugo Camilo agonizó dos días y falleció por un disparo recibido al ayudar a un compañero asaltado. El Sindicato de Peones dispuso un paro cuya duración es incierta. "Estamos hartos de reuniones mientras nos siguen matando", dijeron.
› Por Lorena Panzerini
Tras agonizar dos días, Hugo Camilo, el taxista que fue baleado el jueves al intentar auxiliar a un compañero que activó el botón de alarma en Nuevo Alberdi, falleció el sábado por la noche, y los trabajadores del sector iniciaron un paro por tiempo indeterminado. La medida dispuesta por el Sindicato de Peones de Taxi comenzó a las cero del domingo y hoy, tras el sepelio del hombre de 48 años, se realizará una asamblea para definir cómo sigue el plan de lucha. "No es un paro, es un duelo", dijo acongojada Adriana, una trabajadora del volante que el jueves llegó al lugar del hecho, luego de que su compañero fuera alcanzado por una bala. Ayer, mientras se dirigía a la sala velatoria para acompañar a la familia de la víctima, expresó su bronca: "El operador pidió si había algún auto cerca de donde estaba Daniel el taxista que alertó sobre un intento robo , porque llamaron a la policía pero, como de costumbre, somos nosotros los primeros en llegar; y pasó esto porque nadie nos protege", lamentó; y disparó contra el gremio. La investigación quedó en manos del fiscal Ademar Bianchini, quien empezó a analizar las imágenes de las cámaras de videovigilancia de la zona.
El secretario adjunto de Peones de Taxi, Horacio Yannotti, señaló que "la muerte del compañero y otras agresiones más a taxistas, durante estos días motivaron la medida. Estamos hartos de reuniones con las autoridades y la policía porque no hay mejora. La única herramienta de los trabajadores es la medida de fuerza. Es una jornada de duelo, Camilo fue un compañero muy reconocido, un luchador. Acompañaremos a la familia en el entierro y veremos en una asamblea cómo continúa esto. Lo que pidan los trabajadores será apoyado". El dirigente indicó que ayer un 95 por ciento de los trabajadores del sector no salió a trabajar.
Por su parte, Adriana reflejó la indignación de los tacheros. "Cuántos muertos necesitan para reaccionar. Conocí a Camilo desde antes de ser taxista. Ayer fue el cumpleaños de su señora y tuvo que sufrir la muerte de su marido. Cuando le robaron a la intendenta Mónica Fein se encontró enseguida los ladrones. Hay que sacar chapa de funcionario, parece". La mujer estaba trabajando la noche del jueves y llegó a la zona de Baigorria y Circunvalación después de que le dieran el tiro a Camilo. "Empecé a escuchar por la radio cuando uno de nuestros compañeros largó el pánico. Hugo quiso ayudarlo y no vio al tipo que le disparó porque la zona estaba toda oscura, esto lo tomó por sorpresa. Hay dos autos baleados: el de Hugo y el de Selva otra compañera también tiene marcas de balas. El tipo tenía una 9 milímetros cromada y disparó varias veces", dijo.
La taxista lamentó además el accionar del sindicato. "No es un paro, es un día de duelo, eso es lo que corresponde, quiero ver qué solución nos darán desde el Sindicato, porque la seguridad la tendrían que estar brindando también desde ahí. Nadie hace nada por nosotros, nadie está de nuestro lado. Sólo nos hacen los descuentos. Vamos a tener más muertos. Ponemos el pecho por nuestros compañeros, cuando las entidades deberían brindarnos la tranquilidad de que trabajemos como corresponde", afirmó, indignada.
Camilo tenía 48 años y tres hijos. Giselle, que es enfermera, acompañaba a su padre cuando lo balearon por la espalda. Regresaban a casa, luego de trabajar, cuando el GPS del taxi lo puso en alerta por un robo a un colega que circulaba por la zona. Según el relato de sus allegados, el disparo lo alcanzó al abalanzarse sobre su hija, para protegerla. Mientras Camilo luchaba por su vida, Giselle relató que la pasó a buscar cerca de las 22 del jueves por el Sanatorio Plaza. Cuando estaban por llegar a la casa, Hugo fue alertado sobre el peligro que corría su compañero y no dudó en ayudarlo. "Daniel está muy mal, tuvo que recibir atención médica por la angustia que le causó todo esto, y se siente culpable; cuando es sabido quiénes son los culpables", reflexionó Adriana.
Según se indicó, el hombre que le disparó estaba sentado en el asiento trasero del vehículo de Daniel, cuando Hugo llegó a socorrerlo. Se bajó y disparó desde atrás al auto de Hugo, quien reaccionó pisando el acelerador y protegiendo el cuerpo de su hija. Unas cuadras después, advirtió que estaba herido por la espalda. El hombre fue derivado de urgencias al Hospital Eva Perón, donde fue operado durante más de cinco horas; pero la herida era irreversible y definitiva.
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