El juicio por jurados es una asignatura pendiente del nuevo Código Procesal Penal en Santa Fe, y para ponerlo en la agenda pública, el Centro de Estudios Penales (CEP) -que nuclea a funcionarios judiciales y abogados- eligió montar la dramatización de uno de estos litigios cara a cara con la participación de actores dirigidos por el reconocido Lito Cruz, mezclados con un juez que hará de juez, un defensor que actuará como tal, fiscales que tendrán el papel de fiscales, y los doce ciudadanos elegidos por el azar de la guía telefónica y que interpretarán el papel de jurados que habrán de decidir la culpa o la inocencia de una mujer acusada de asesinar a su amante en un country. Ocurrirá hoy, desde las 15, en el auditorio de la Federación Gremial de Comercio e Industria, en Córdoba 1868, con entrada libre y gratuita.

"Es importante que la sociedad conozca esta forma de impartir justicia y decida si la apoya o no. Esto pretende ser un acto de difusión y docencia para que la gente lo entienda, asuma la responsabilidad que se le otorga de hacer justicia legítima y directa, o también puede concluir en que no lo quiere. El juicio por jurado es devolver a la ciudadanía su poder de decisión", explicaron los fiscales adjuntos Silvia Castelli y David Carizza, organizadores de la singular propuesta.

El cambio del sistema de enjuiciamiento penal, que pasó del modelo escrito e inquisitivo al oral y acusatorio, arrancó en 2007 a gestarse, y recién entró en vigencia el año pasado. Pese a eso, el juicio por jurado para homicidios dolosos -tal como lo prevé la Constitución Nacional también- aún no se implementó ni en Santa Fe ni en varias provincias. Córdoba fue la primera en adoptarlo, y Buenos Aires lo hizo desde este año. Contra lo que se puede suponer en base a la crispación social que hay contra la delincuencia, los dos primeros veredictos populares en territorio bonaerense favorecieron a los imputados. "Es que la gente cambia el enfoque cuando asume la responsabilidad de integrar un jurado", observó Castelli.

En la Legislatura provincial hay dos proyectos de ley en ese sentido. Y desde el Poder Judicial, el CEP quiso instalar el tema con esta teatralización escrita y dirigida por Lito Cruz, que ha hizo una experiencia similar en Buenos Aires.

Si bien la ley en ciernes prevé la convocatoria de jurados por sorteo de Lotería provincial y sobre el padrón los fiscales consiguieron por el azar de la guía telefónica a ocho ciudadanos, y a cuatro estudiantes de Derecho para cubrir el tribunal en este simulacro. "La gente se impresionó por la responsabilidad que implica, pero acepta el desafío de participar. Con el sistema en marcha, será una carga pública, remunerada con el equivalente al proporcional del sueldo de un juez de primera instancia de un día", reveló Carizza.

Además de los actores, que interpretarán el rol de imputada, y testigos, el magistrado que atenderá el veredicto del jurado será el juez Javier Beltramone. El ex ministro de Seguridad, Daniel Cuenca, tomará el papel de abogado defensor, los fiscales serán los mismos Carizza y Castelli, y la directora del Instituto Médico Legal, Alicia Cadierno, oficiará precisamente como perito forense.

"Tratamos de hacerlo con cuidado porque es un tema muy sensible hoy en Rosario. Los defensores tienen algún recelo por temor a que los jurados perjudiquen el interés de su cliente en pos de ese prejuicio vigente de que la gente quiere quemar a los acusados en la Plaza del Foro, pero la experiencia indica lo contrario", observó Castelli.

"El sistema expone y abre la administración de justicia, porque el fiscal y el defensor ya no tienen que convencer al juez, sino a ciudadanos a los que tienen que llegar con un lenguaje no técnico ni muy elevado. No obstante, hay una capacitación previa del juez hacia los jurados para que se entiendan situaciones elementales como el derecho a no declarar, la presunción de inocencia, y que el fiscal debe probar el delito juzgado, y ante la duda no se debe condenar".