A dos semanas de las PASO hay algunas situaciones que se ven reflejadas en casi todas las encuestas y que de modificarse en este breve lapso que media hasta el 19 de abril; pueden ofrecer resultados diferentes según como se salden si es que eso ocurre la apatía y la indecisión a la hora del sufragio. El primero de los fenómenos se explica a partir de la compleja situación que se vive entorno a cuestiones de la vida cotidiana. Es evidente que la mayor preocupación de los santafesinos no es precisamente la elección de los candidatos para los comicios del 14 de junio. Eso se ve reflejado en que más de la mitad de los electores no sabe qué se elige en 15 días. El otro fenómeno concurrente es que cerca del 30 por ciento no tiene definido el voto. Estas dos variables relativizan el peso de los sondeos pero de todos modos se pueden percibir climas y tendencias que podrían profundizarse hacia el final de la campaña. En ese sentido, como suele ocurrir en las "internas" el peso del aparato y las estructuras se hará sentir, y por esa misma razón es que tanto el Frente Progresista como el Frente para la Victoria tienen cifradas expectativas en este turno, pero proyectan su estrategia más allá del 19 de abril. El PRO, en cambio, sabe que buena parte de sus chances se juega en las PASO, su armado territorial es débil fuera de las grandes cuidades y depende de la presencia de su candidato para traccionar votos.

Santa Fe tiene historia entorno a las PASO, hubo quien "gastó a cuenta" después de la primaria y fue arrasado en la elección general. Hubo también "cenicientas" que se transformaron casi en princesas y hubo además "trabajo de hormiga" para construir una victoria.

Esto no quiere decir que algo de eso vuelva a ocurrir, pero sirve para demostrar el caracter de provisorio que tiene esta elección. Sin embargo, nadie deja de poner todo lo que tiene y más allá de definirse algunas candidaturas, la categoría más importante, la de Gobernador no tiene ese atractivo. En el FPCyS hay disputa, pero ni siquiera Mario Barletta cree que podrá ganarle a Miguel Lifschitz.

Esto pone la discusión en planos diferentes para los tres contrincantes. Lifschitz ha visto cómo el paso del tiempo y las diferentes recorridas por la provinicia fueron modificando la respuesta de los electores. Al momento de lanzar su candidatura eran más los que no sabían quién era (fuera de Rosario) que los que lo conocían. Trabajosamente fue creciendo y asociando su figura a la gestión provinicial que tiene mejor imagen en el interior que en Rosario, donde el ex intendente tiene vuelo propio.

Perotti sigue remando contra el tiempo y su menor nivel de conocimiento, pero con el apoyo de los referentes territoriales, encolumnados detrás de un candidato, en un hecho inédito para el peronismo en más de 20 años.

Del Sel, sonríe y trata de hablar lo menos posible en reuniones que no son convocadas por dirgentes de base, sino por amigos o figuras conocidas, con poca o nula participacion política, lo cual a esta altura para una tercera elección , ya no se puede presentar como una novedad sino como una carencia en el desarrollo territorial. Los aportes más importantes los hacen los dirigentes del reutemismo residual, algunos de los cuales están en las listas para legisladores.

Lisfchitz se conformaría con estar rondando los 25 puntos y contar con el aporte de otros 10 que cosecharía Barletta en las primarias. Perotti, estaría en carrera para junio si alcanzara los 20 puntos en las PASO. Del Sel quiere mostrarse como el candidato más votado, ese es su objetivo en este turno. Paradójicamente pueden darse las tres situaciones a la vez.

Y si bien la noche del 19 de abril habra "vencedores y vencidos" no estará dicha la última palabra. Los resultdos servirán para consolidar las estrategias o replantearlas, lo que no se va a modificar a partir de ningún resultado es el perfil y lo que tiene cada candidato para ofrecerle a los santafesinos.

Despues de las PASO aparecerá el "voto útil", el "voto castigo" o cualquier otra variante que los analistas podrán emplear para proyectar los resultados. Lo que es seguro es que bajo cualquier ropaje, el sufragio es el arma más efectiva para la defensa propia y más allá de simpatías o gestos de buena voluntad, no deja de ser peligroso darle una navaja a un mono.