Joana Aquino tenía 16 años y vivía en barrio 7 de Septiembre, al noreste de la ciudad. Anteanoche estaba sola en su habitación, cuando su madrastra oyó un estruendo. La jovencita tenía un disparo en la axila derecha, y aunque fue rápidamente trasladada al Hospital de Niños Zona Norte, falleció a los pocos minutos de haber llegado. La causa es investigada por la fiscal Mariana Prunotto y el legajo se instruye como una "muerte dudosa", ya que no están claras las circunstancias en las que la chica perdió la vida. Ayer había varias medidas ordenadas, en reserva, para intentar determinar qué sucedió y para encontrar el arma calibre 22 corta que manipulaba la nena y que no apareció.

El hecho ocurrió en Schweitzer al 8300, donde los investigadores encontraron una pistola a la calificaron como "matagatos", que al parecer pertenecería al padre de la adolescente. Sin embargo, hasta ayer no se había podido dar con el arma que le provocó la muerte a la chica.

Si bien en principio se habló de un hecho accidental, la fiscal no descarta ninguna hipótesis. Ayer se intentaba determinar si había más personas en la casa cuando sucedió el hecho, ya que la jovencita tenía varios hermanos. Sin embargo, la investigación se manejó con total hermetismo.

Según el informe que el médico forense entregó a la Unidad Fiscal de Homicidios, la trayectoria de la bala fue "descendente". La investigación incluyó además la práctica de un dermotest prueba que determina si una persona manipuló un arma a los familiares de la niña. Si bien ayer temprano, fuentes policiales indicaron que había sido secuestrada el arma que manipuló la nena; por la tarde, fuentes de la investigación indicaron que no hallaron el revolver calibre 22, sino una pistola conocida como "matagato" (monotiro), que pertenecería al padre de la víctima.