El secretario de Gobierno, Fernando Asegurado, y el de Control y Convivencia, Pablo Seghezzo, concurrieron ayer al Palacio Vasallo para contestar preguntas acerca de la nocturnidad. Mientras Seghezzo abrumó con cifras y datos y las dificultades que tiene para ejercer los controles, Asegurado destacó la tarea conjunta entre el municipio y el Concejo para afrontar la problemática. Los funcionarios anunciaron el envío al Concejo de un borrador con el proyecto del Ejecutivo para modificar la ordenanza 7218 de Espectáculos Públicos, que incorpora varias propuestas de ediles opositores y que pretenden aprobar antes del recambio legislativo.

Durante más de dos horas; Asegurado y Seghezzo, acompañados de los subsecretarios de Gobierno, Claudio Díaz; de Control, Fernando Leva, y el Director de Habilitaciones, Rodrigo Gutiérrez, respondieron los interrogantes de los concejales. Del encuentro, presidido por el titular de la Comisión de Gobierno, Jorge Boasso, participaron los concejales del Frente Progresista Manuel Sciutto, Daniela León, Martín Rosúa, María Eugenia Schmuck, Sebastián Chale, Carlos Comi y Aldo Poy, los ediles opositores Héctor Cavallero, Diego Giuliano, Roy López Molina, Carlos Cardozo, y los autores de la citación, Roberto Sukerman y Normal López

del FpV, quienes fundamentaron la convocatoria por los hechos ocurridos en La Tienda, el bar cuyo personal de seguridad está imputado por la muerte de Gerardo Escobar.

Seghezzo precisó que en 22 de meses de gestión hubo 12.144 inspecciones en los 195 locales habilitados, incluidos los salones de fiesta. Se labraron 2050 actas por diversas faltas y se concretaron 202 clausuras.

Se refirió a la dificultad para controlar los after, aunque señaló que se realizaron 25 clausuras, entre ellos La Tienda. Planteó que de los 698 pedidos de informes que hicieron los concejales respecto a las inspecciones, ninguno fue por el bar de Tucumán al 1100. La referencia motivó la crítica de López. "Es desvirtuar el trabajo del Concejo", consideró.

Por su parte, Asegurado destacó la tarea conjunta entre el Ejecutivo y el Concejo, más allá que no se consensuó una nueva norma, permitiendo "dar pasos muy importantes y enviando un mensaje muy claro a la ciudad, por el requerimiento de los concejales, por los proyectos que están tratando y cómo lo está llevando adelante el Ejecutivo". Además, señaló que muchos de los lugares conflictivos "están cerrados por una decisión política", y que los fines de semana "hay miles de personas que salen y no pasa nada, no demonicemos la noche".

Si bien no se dieron cruces fuertes, los ediles opositores realizaron varias preguntas y unas cuantas consideraciones respecto a las responsabilidades del municipio sobre los controles y las habilitaciones de los locales nocturnos. Cavallero subrayó la trama conformada por "narcos, usureros y barrabravas" y recordó que se iba habilitar Esperanto y que el último after clausurado, el de Avellaneda y Marcos Paz, es de un barra: "Ya sabemos lo que es la noche, mínimamente tienen que ser investigados".

Los funcionarios contestaron planteos referidos al funcionamiento de las cámaras de videovigilancia; la tergiversación de rubro, los protocolos de inspección, el organigrama de los inspectores, los prestanombres, el estado de las habilitaciones de algunos locales conflictivos, y si existen focos de connivencia con los empresarios.

Al director de Habilitaciones lo consultaron acerca de la situación del propietario de La Tienda, de apellido Yassogna, y si el mismo figura en otras habilitaciones, ya que el concejal Giuliano reveló que eran titulares de una peña ubicada al lado del local que fue clausurado definitivamente por el municipio. También quisieron saber si existió una reunión entre funcionarios y los propietarios de los after para que puedan funcionar. "No nos hemos reunido con nadie", respondió Asegurado. Borrador. El subsecretario de Gobierno adelantó algunos de los ejes del borrador enviado por el Departamento Ejecutivo para modificar la ordenanza de Espectáculos Públicos que regula la nocturnidad, destacando la incorporación de algunas iniciativas planteadas en su oportunidad por ediles opositores. "Entendemos que no hay que hacer la discusión entre bailable y no bailable, es un punto diferencial con la 7218. Sí entendemos que en los lugares en los que se pueda bailar hay que tener en cuenta el factor ocupacional, las cuestiones de insonorización y del entorno para poder lograr una convivencia con los vecinos", indicó Díaz. También habrá cambios en el Registro de Oposición: "A aquellos bares o restaurantes con amenización musical le vamos a hacer un Registro de Oposición que tiene que alcanzar un determinado porcentaje para poder funcionar, y también mayores controles en lo que hace al tema del entorno".

"Esto nos lleva a que los rubros serán los que tienen actividad permanente, actividad transitoria, y los que lo tienen esporádicamente. Esto simplificará las tareas de control y de habilitación posteriores", concluyó.

"Están blindados a la hora de reconocer todos los errores que se han cometido, en la falta de políticas de control, aunque uno ve que aparentemente estarían revirtiendo esa actitud y hacia adelante se abre un camino de diálogo", señaló Sukerman al término de la reunión.