Matías P, chofer de las línea 142 a quien vincularon sentimentalmente con Agustina Ponisio, la joven que junto a su hermano Javier fueron encontrados asesinados a balazos el pasado viernes en su casa de Castro Barros al 5500, se presentó ayer voluntariamente en la Fiscalía de Homicidios Dolosos para explicar qué tipo de relación tenía con la víctima y ponerse a disposición del fiscal Florentino Malaponte. "No hay ningún tipo de relación con el hecho que están investigando, él estaba trabajando muy lejos del lugar donde se comete el homicidio", señaló su abogado José Nanni. "Ellos tenía un contacto mínimo porque él es el chofer de una línea de colectivos, era el muchacho que siempre pasaba a la hora que ella se iba para el trabajo", agregó el letrado, quien por otra parte negó que su cliente haya sido registrado por cámaras de seguridad cerca de la casa de la familia Ponisio, en un horario próximo al que se cometieron los crímenes. "Se lo ve arriba del colectivo donde él circula, porque circula por esa zona", precisó. Voceros de la Fiscalía indicaron que el chofer no es la persona que está vinculada a la causa.

Vestido con una remera verde que permitía observar varios tatuajes en sus brazos, Matías aseguró a la salida de la Fiscalía que es inocente del hecho que investiga el fiscal Malaponte, ante quien compareció ayer para explicar cuál era su relación con Agustina, la joven de 25 años quien junto a su hermano fueron asesinados a balazos en su casa.

Amigas de Agustina, quien trabajaba como administrativa en el Sanatorio de Niños, relataron que la joven hacía varias semanas estaba saliendo con un chofer de la línea 142. Nanni negó que el chofer haya mantenido algún tipo de relación afectiva con Agustina: "La conocía de llevarla todo el día a su trabajo, si no era él era su compañero de línea".

Según Nanni, el fiscal trató de "evacuar todas las hipótesis que trataría de manejar respecto de Martín, el grado de relación que tenía con la chica fallecida, ni mucho menos con el hermano, es prácticamente nulos, es una relación muy escueta".

Algunos testigos relataron que luego de escuchar las detonaciones vieron salir del chalet de Castro Barros al 5500 a un hombre de barba que subió a un vehículo de color verde. "Esas características físicas no coinciden con las de mi cliente, una persona que no tiene barba, de contextura física grandota, tiene tatuajes; sería casi imposible no verlo, por eso mismo se descarta que él haya estado en el lugar de los hechos", señaló el abogado.

"Yo lo único que hago es levantarme todos los días a las cinco de la mañana, voy a trabajar, salgo de trabajar y voy a mi casa, como, me duermo una siesta, me voy al gimnasio, y así la rutina de todos los días, no salgo de joda. La gente que me conoce sabe quién soy y cómo soy, la verdad que espero que se haga justicia. Soy inocente y esperaré a ver qué sigue", dijo Matías.

El chofer de la línea 142 dijo que se enteró de los asesinatos de los hermanos Ponisio "por el diario, e incluso mis compañeros me habían dicho que yo era uno de los sospechosos. No tengo nada que ocultar, mi vida es sana". Matías aseguró que al momento de los crímenes estaba trabajando: "Hago un servicio fijo, todos los días a la misma hora, 6.19 a 13.22, y a esa hora, a los 8.30 estaba en el cementerio de (Villa Gobernador) Gálvez haciendo la espera para salir de ahí hacia el norte". Además, dijo que conocía a Agustina porque era su pasajera. "La veía casi todos los días que me tomaba a mí o a mi compañero, la única relación que tenía era pasajera﷓chofer, no tengo idea por qué me vinculan", indicó.