El Ministerio Público de la Acusación (MPA) investiga si existe conexión entre un grupo de denuncias por abuso sexual, que ingresaron en los últimos meses. Si bien el hermetismo es total en la causa que lleva adelante la Unidad Fiscal de Delitos contra la Integridad Sexual, para "no frustrar la investigación", este diario pudo saber que se trata de más de diez casos con un modus operandi similar: un hombre con un auto para a una mujer en la calle, se hace pasar por policía y mediante engaños la hace subir al coche para luego dirigirse a zonas alejadas y perpetrar el delito. La investigación tiene "menos de seis meses"; y al parecer, algunas de las denuncias se habrían realizado en el antiguo sistema penal, que estuvo vigente hasta febrero de 2014. De todos modos, no se indicó si las denunciantes hablan de un mismo sujeto, pero hasta el momento no hay imputados.

El dato comenzó a circular en los pasillos de Tribunales la semana pasada, con voces que tomaron conocimiento de la investigación y manifestaron preocupación. Así, éste y otros medios consultaron al MPA sobre la pesquisa, pero desde allí se respondió con un hermetismo total, sin negar la existencia del caso, pero sin dar un solo detalle al respecto, con el objetivo de no frustrar la pesquisa.

Si bien los delitos sexuales involucran un mayor cuidado en el tratamiento del tema, para evitar la revictimización de las víctimas y proteger su identidad, en este caso el delito es diferente a la mayoría de las denuncias por abuso, ya que no ocurre en el ámbito privado, en el sentido del interior de un hogar o de una familia; sino en el público. Esa cuestión merece poner en conocimiento del tema, sin ánimo de perjudicar la investigación sobre hechos ya cometidos y denunciados.

Una de las denuncias ingresó a la comisaría 24ª de barrio Ludueña, en mayo de 2014. En la misma se da cuenta del testimonio de una mujer de 19 años. Al parecer, la joven iba hacia su casa, cuando se le acercó un vehículo con un hombre adento y le manifestó ser empleado policial. En esos términos le pidió que lo acompañe para señalar a unas personas sindicadas por venta de drogas. Así se dirigió a un descampado de Granadero Baigorria, y tras amenazarla con un arma cometió el delito.