La entrega del título de Doctor Honoris Causa de la Universidad Nacional de Rosario encontró a Osvaldo Bayer apesadumbrado por la etapa política en la que ingresa el país. "No hemos aprendido nada, evidentemente", lamentó ayer en la Facultad de Derecho, al referir el triunfo de Cambiemos en el ballotage. Con semblante cansado, pero lúcido y de respuestas rápidas y firmes, el escritor atribuyó el resultado electoral a la incidencia de los medios de comunicación en la opinión pública, pero también al espesor político de Daniel Scioli como candidato del Frente para la Victoria -"No tiene mucho que decir. No habla", observó- y al papel de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner: "Tuvo algunas equivocaciones, últimamente", opinó este emblema vivo de la defensa de los derechos humanos, desde que en los '60 pagó con cárcel haber sugerido cambiar el nombre militar y genocida de la ciudad de Rauch por el de Arbolito, el cacique ranquel que resistió la ofensiva del Ejército sobre los pueblos originarios pampeanos y patagónicos.

Ayer trajo sus pasos frágiles hasta la ceremonia en la que el Consejo Superior de la UNR lo invistió del título Doctor Honoris Causa, como ya lo hicieron otras universidades del país. El reconocimiento había sido postergado hace tres meses, debido al fallecimiento de su esposa.

El merecimiento se fundó por su defensa de los derechos humanos en general, y del derecho al agua en particular. Por eso, además del rector Héctor Floriani, y los decanos Franco Bartolacci (Ciencia Política) y Marcelo Vedrovnik (Derecho), entre otros, participó del homenaje el director de la cátedra del Agua, Aníbal Faccendini. "Donde no hay agua, hay pobreza", dijo Bayer en el prólogo de la distinción que dedicó "a los desaparecidos y asesinados por la dictadura cívico militar, especialmente a Rodolfo Walsh, que se hubiera puesto contento". Un Aula Magna atestada lo ovacionó de pie.

En una charla previa con la prensa, Bayer no disimuló su decepción por el acceso de Mauricio Macri a la presidencia, y preocupación por la etapa que comienza, "todo un retroceso a contramano de Sudamérica", tal como la definió.

"Tengo 88 años y el resultado de estas elecciones me ha sorprendido muchísimo. No hemos aprendido nada, evidentemente", opinó el autor de Los vengadores de la Patagonia trágica. Entrevió el advenimiento de "un período difícil en el que habrá que reaccionar muchas veces como pueblo, porque viene un gobierno ultraconservador, con medidas muy liberales y la experiencia nos ha enseñado que la cosa no va por ahí. Creo que el nuevo gobierno tendría que proponerse temas ya en la superficie como la eliminación de las villas miseria. Pero de eso no se habla, y en Ciudad de Buenos Aires las villas son cada vez más grandes. Es como si no existieran, por algo será, como si (a sus habitantes) les gustara vivir allí".

Puesto a rastrear explicaciones sobre el triunfo electoral de Cambiemos, este decano del periodismo argentino apuntó a los medios. "Los principales diarios -observó- estuvieron a favor de Macri, la televisión y las radios también. Y eso influye mucho en el público. Y, evidentemente, falta educación política en nuestras masas. Que Macri le haya ganado al peronismo nadie lo hubiera adivinado".

﷓﷓Pero es el mismo electorado que hace cuatro años plebiscitó a la presidenta con el 54% de los votos, le planteó Rosario/12.

--Sí, pero es inexplicable, al menos yo no puedo explicarlo. He vivido tantos momentos políticos, trece dictaduras militares, y que de repente se elija a un conservador, es inexplicable. Tendrá que ver la propaganda de los medios...

En una segunda reflexión, Bayer señaló falencias propias del kirchnerismo. "Creo que fue el candidato, Scioli, que la verdad no tiene mucho que decir, ni siquiera habla mucho, y algunas equivocaciones últimas de la presidenta. Pero en general pudo la gran propaganda de los diarios", analizó.

"Creo que habrá una reacción cuando empiecen las primeras medidas de este gobierno. Si el pueblo no se mueve, Macri hará lo que se le dé la gana y será una política totalmente conservadora. Vamos a tener que movernos mucho, para realmente no perder los derechos conseguidos", dijo.