CIUDAD › LA POLíTICA EN VERANO, SEGúN EL CONCEJAL JUAN MONTEVERDE, DE CIUDAD FUTURA.
Preside el bloque más joven del Concejo, desde donde proyecta transformar la lógica política de la ciudad. Reivindica la experiencia desarrollada desde la agrupación Giros y defiende la decisión de haber militado contra el macrismo.
› Por Claudio Socolsky
A poco menos de un mes de haber asumido, el concejal Juan Monteverde (Ciudad Futura), dijo que este año no se tomaba vacaciones. Junto a sus compañeros de bancada, Caren Tepp y Pedro Salinas, decidieron quedarse para armar los equipos de trabajo que los van a acompañar en la tarea legislativa. De todos modos, y aceptando las convenciones de una entrevista más descontracturada, y que apunta a conocer cómo organizan y pasan sus días de descanso los politicos rosarinos, el joven edil recuerda con entusiasmo sus últimas vacaciones. Durante varios años, cuando el por entonces Movimiento Giros alquilaba casas de fin de semana en los alrededores de Rosario por unas semanas, Monteverde y sus compañeros alternaban el esparcimiento y la planificación de las actividades del año con la intención de armar un proyecto político alternativo que en muy poco tiempo consiguió resultados sorprendentes al conseguir tres bancas en el Palacio Vasallo en las últimas elecciones generales. "Allí, cada año tomábamos las decisiones estratégicas para llegar hasta acá, nada pasó por casualidad", afirmó el concejal.
"Los recesos son bastante particulares, aunque me parece que pueden haber recesos de sesiones pero deberían continuar las actividades de las comisiones", dice Monteverde mientras pide un café en uno de los bares de la Estación Fluvial, lugar elegido para la entrevista con Rosario/12. Eligió el sitio, frente a un río Paraná que continúa creciendo, porque los tres concejales de Ciudad Futura decidieron quedarse en la ciudad para comenzar a desandar la tarea legislativa. Por el momento, los ubicaron en el Anexo del Concejo, mientras esperan por un lugar en el edificio de Córdoba y 1º de Mayo.
"Todos los eneros hacíamos los congresos de Giros, alquilábamos una casa con todos los compañeros para balancear el año. Siempre fueron veranos muy militantes, a veces en Pueblo Esther, donde nos encerrábamos a discutir y a planificar", recuerda Monteverde. "Eso nos sirvió mucho para estar ahora en una institución estatal, la seriedad del laburo que desarrollamos hizo que ahora no nos sorprenda nada, siempre fuimos muy metódicos", agregó.
El edil de Ciudad Futura dijo que allí también invitaban a otras organizaciones y a otros referentes políticos para discutir, pero en un ámbito más distendido: "Muchos pasaron por estos campamentos con charlas, fue parte de nuestra forma de construcción. Para sacar la ordenanza del Ya Basta, sin ser concejales, hubo que discutir con un amplio abanico. Esas instancias sirvieron porque uno discute con estos actores desde otro lugar, tomando una cerveza".
Para Monteverde, "el eje siempre fue como conformar la organización. Cuando nosotros decíamos que nacimos como la negación de los espacios tradicionales, siempre el esfuerzo estuvo en hacer la mejor organización posible. No nos juntábamos a hablar de la guerra de Irak, se hablaba mucho de organización. Siempre el desafío fue, y creo que es una de las claves de Ciudad Futura, cómo combinar la democracia y la horizontalidad con la eficiencia. Esa tensión la abordamos para que realmente esté equilibrado. No solamente a la hora de tomar decisiones políticas, sino también en el momento de llevar adelante los proyectos, y los nuestros son de un nivel de complejidad importante: la escuela secundaria en un barrio de la periferia, un tambo, el D7".
El edil de Ciudad Futura cuenta que en esos veranos se discutía mucho de eso. "Pero además eran nuestras vacaciones porque por una cuestión de recursos tampoco daba para ir a otros lugares. Claro que había lugar para esparcimiento, pero con la idea de consolidar la militancia y el grupo humano. Como movimiento enfrentamos muchas situaciones muy complejas, entonces la cohesión interna fue fundamental para poder dar esas batallas. Esas instancias eran fundamentales, en términos no solamente de formación política y toma de decisiones, si no de afianzar la mística, la confianza en los compañeros. Uno se relaciona en la militancia desde el llano, no desde un ministerio, y la confianza es fundamental, confiar en el compañero, que en el puesto que le toque está dando lo mejor. En nuestro caso, muchos compañeros estuvimos viviendo en el tambo y confiábamos en que el resto estaba cumpliendo su función".
Antes de "vacacionar" en los campamentos de Giros, Monteverde recuerda viajes con sus amigos a la costa argentina y con su familia, en los '90. "Eran vacaciones muy gasoleras, con lo que había", recuerda. Por estos días, Monteverde aprovecha para profundizar alguna lectura. Dice que estuvo leyendo el libro de Martín Sivak, Clarín, la era sobre Magnetto; y otro de Jorge Grimsom, Mitomanías sobre la educación. También aprovecha para escuchar mucha música. "Y ahora mucho Netflix, que es una buena alternativa y muy práctico, siempre esperando la última temporada de House of Cards", se entusiasma al hablar de su serie preferida.
Ballotage y después
Ciudad Futura tuvo un posicionamiento y una militancia en la instancia de la segunda vuelta, apoyando la candidatura de Daniel Scioli, pero que terminó consagrando a Mauricio Macri como presidente. "Cuando empezamos la campaña tuvo muy buena aceptación y también algunas críticas. Pero preferíamos que nos puteen por esa decisión tomada, antes que estar en un gobierno de Macri diciendo `vieron que teníamos razón`. Tampoco estuvimos de acuerdo con esta lógica de cuanto peor, mejor, porque puede interpretarse que uno puede canalizar todo este descontento social. Nunca pensamos que la política se hace así, porque termina siendo un concepto muy cínico. Nosotros intentamos construir en el marco de una mejoría".
Monteverde consideró que "para adelante, hay que hacer un fuerte análisis de por qué pasó lo que pasó, y ahí que cada espacio haga lo que tenga que hacer. Y sobre todo, ver la complejidad de lo que se viene sin ingenuidad. Viéndolo como un movimiento externo del kirchnerismo, hubo muchos dirigentes que buscaron la derrota. Tiene que ser una reflexión de todos aquellos que quieren participar de un proceso de buscar algo nuevo hacia adelante. Aunque somos bastantes críticos con el tema de la resistencia, esta cuestión de `vamos a volver`, creo que hay que dar un paso en otro sentido. Me molesta cierta utilización de gente que sin tener nada que ver salió a la calle y sigue angustiada, viendo por Facebook qué carajo puede hacer, y la dirigencia no estuvo a la altura de la gente. Si hubo un resultado tan ajustado fue porque la gente salió a la calle a hacer política. Si hubiera sido por los dirigentes y por las estrategias de las organizaciones, iba a ser catastrófico, con un impacto mucho mayor". Según el edil de Ciudad Futura, "en el ballotage se dio ese proceso de generar una nueva mayoría social, que estuvo muy cerca de ser una mayoría electoral, y que no tenía que ver con Scioli, sino que se pudieron articular determinados intereses. Hay que privilegiar las discusiones, las formas de esto nuevo que apareció y no la estrategia de afiliarse al PJ para disputar una interna".
Para Monteverde, "fue positivo lo que pasó en términos sociales y hay que profundizarlo en términos políticos en una organización múltiple, articulando la diversidad, y no con que aparezca un jefe que nos diga a todos que vayamos para allá y vamos todos para allá. La etapa que viene tiene que ver con eso. Un proyecto de país, totalmente justo, transformador y demás, tiene que dejar de mirar lo que pasa en dos lugares de la ciudad de Buenos Aires".
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