CIUDAD › BAILAQUE AUTORIZó QUE GUILLE CANTERO Y EMANUEL CHAMORRO VUELVAN A EZEIZA
El juez federal hizo lugar al pedido de los abogados de los dos líderes de la banda narcocriminal, quienes pidieron que sean trasladados de Trelew y Neuquén, donde los llevaron, porque la lejanía interfería en su derecho a la defensa.
› Por Lorena Panzerini
A un mes del traslado de Ariel "Guille" Cantero a la Unidad 6 de Rawson (Chubut), el juez Marcelo Bailaque autorizó que sea nuevamente alojado en Buenos Aires, donde tendrá cercanía con sus defensores y su familia. El pedido fue presentado días atrás por el abogado Carlos Varela, quien se quejó de que tanta distancia "no garantizaba el derecho a la defensa". Esta semana tuvo respuesta favorable con la decisión del juez federal, que alcanza a Emanuel Chamorro, otro integrante de la banda de Los Monos, detenido en la Unidad 9 de Neuquén. El magistrado dispuso como plazo 10 días para que se efectivice el nuevo traslado a tres penales posibles: el de Ezeiza, Marcos Paz o la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
El líder de Los Monos y uno de sus cómplices habían sido llevados a esas cárceles de máxima seguridad tras la denuncia anónima de un plan de fuga, la misma semana en la que salió a hablar en medios porteños el prófugo medio hermano de Cantero Ramón "Monchi" Machuca, desde la clandestinidad. Tras un cambio de pabellón, el Servicio Penitenciario Federal decidió reforzar las medidas de seguridad y trasladarlos al sur del país.
El miércoles 20 de enero, la decisión de llevar al Guille y a Chamorro a la cárcel federal de Ezeiza llegó por la noche, y culminó con una espera de cinco horas en los Tribunales, por la falta de autorización del Servicio Penitenciario Federal para ingresar a los dos detenidos. Además, la decisión contó con la autorización de la jueza provincial María Isabel Mas Varela, ya que los dos líderes de la organización están procesados por asociación ilícita y homicidio en el fuero provincial; y también por manejar el negocio de la droga desde la cárcel de Piñero, en el marco de la causa del juez Bailaque.
Por esos días, el Servicio Penitenciario provincial había manifestado preocupación ante la sospecha de que los dos líderes estuvieran planeando una fuga desde la cárcel de Piñero, ubicada a 20 kilómetros de Rosario, según un anónimo que llegó al 911. El gobierno santafesino denunció esa posibilidad, sumada a una serie de episodios ocurridos en inmediaciones de la cárcel: una balacera en el perímetro del predio y la presencia de drones sobrevolando el lugar.
Así, ese fin de semana, la decisión de aislarlos se acentuó: los llevaron durante la noche y vía terrestre a Neuquen y Rawson. El suceso despertó la reacción del abogado defensor de los procesados en el marco de causas provinciales, pero también como integrantes de una banda narcocriminal sindicada por la Justicia federal. Varela dijo que se enteró cuando Chamorro lo llamó desde Neuquén para contarle la novedad. En declaraciones de aquellos días, consideró que la medida vulneraba su derecho a defensa. Por eso, presentó un recurso de hábeas corpus, que fue rechazado por el juez federal Carlos Vera Barros, sobre finales de la feria judicial de enero.
Para los letrados, fue una cuestión "sorpresiva" y que se tomó "bajo secreto". Varela señaló que el hecho de que haya salido a hablar "Monchi", días antes de los traslados, fue la "chispa que encendió el fuego de la disputa entre ambas administraciones (Federal y provincial)" por el destino y la seguridad de los detenidos.
Desde aquel momento, el desafío de los letrados fue encontrar la manera de que Guille y Ema Chamorro regresaran a Buenos Aires, donde tienen más cercanía con su familia, residente en Rosario; y con su propia defensa. Según indicó Varela, la distancia genera inconvenientes ante algunas medidas que la Justicia provincial aún debe realizar en torno a las dos causas que Cantero afronta en los Tribunales locales: la investigación por asociación ilícita y el homicidio de Diego Demarre, dueño del boliche donde mataron a su hermano, Claudio "Pájaro" Cantero, en mayo de 2013. Chamorro, en tanto, está acusado como miembro de la asociación ilícita y partícipe secundario del crimen de Demarre.
La otra causa importante que afrontan los imputados es la conocida como Los patrones. El 28 de diciembre pasado, Bailaque los procesó por narcotráfico junto a otras 21 personas. El expediente sostiene que "Guille" y Chamorro son los líderes de la banda narcocriminal: desde la prisión, se comunicaban con sus operadores que estaban en Rosario; incluidas las esposas de los dos cabecillas.
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