Dom 03.04.2016
rosario

CIUDAD › EL GOBIERNO PROVINCIAL NO QUIERE SER EL úNICO QUE PAGUE EL COSTO DE LA VIOLENCIA URBANA.

Pullaro tiró un par de abrazos de oso

El ministro de Seguridad demostró la alta reincidencia delictiva de los detenidos en Rosario y señaló la proliferación de pertrechos de Fabricaciones Militares que terminan en manos civiles, en días en los que las balas pican más fuerte.

› Por Luis Bastús

El gobierno provincial jugó su carta en la tensión suscitada en los últimos días por una serie de episodios violentos en barrios rosarinos, que hizo eclosión el martes a la noche, con una balacera que dejó dos niños heridos en un club de Parque Casas, y otro tiroteo el miércoles frente a una escuela de Cabín 9. La movida fue involucrar en el debate al Poder Judicial y al gobierno nacional como parte de los actores responsables de la situación que repercute en la sensibilidad social. El ministro de Seguridad, Maximiliano Pullaro, divulgó un informe policial que demuestra que en los últimos dos años hubo casi un millar de detenidos reincidentes en el delito; entre ellos, más de doscientos con más de dos antecedentes penales. Eso lo llevó a reprochar: "Hay un acompañamiento parcial de los jueces". Y además, vinculó la escalada de tiroteos de los últimos días a la proliferación de armas en la calle. Y por ello, señaló que en la mayoría de los casos de armas secuestradas, estas provienen de Fabricaciones Militares, con lo cual responsabilizó al gobierno nacional por el hecho de que esos pertrechos terminen en manos civiles.

Pero en el áspero asunto de la seguridad y las violentas secuelas de las economías delictivas, nunca conviene adelantarse. Unas pocas horas después de difundir el informe de reincidencia, Gustavo Pérez Castelli fue ejecutado en Mendoza y Circunvalación con todas las señales de un crimen mafioso. El hombre era el padre de la joven que en diciembre de 2013 cayó acribillada a balazos junto con su pareja, Luis Medina, un ex convicto con poderosas inversiones y que fue investigado por narcotráfico. Y en el mismo día, un juez mandó a detener a varios miembros de la policía provincial involucrados en delitos federales.

Los días de piedra blanca, luego de la captura de los Lanatta y Schillaci, terminaron para el titular de Seguridad Pública en el gobierno de Miguel Lifschitz. La violencia urbana recrudeció en los últimos días con enfrentamientos armados en barrios como Tablada, Triángulo y San Francisquito, entre otros. Y terminó de encender la alarma con los disparos que hirieron a dos de los niños que practicaban fútbol el martes al anochecer en el club Defensores de América, en Washington y Casiano Casas. De fondo, el rumor en el vecindario de Parque Casas apunta a dealers de droga de la zona y personas que estuvieron involucradas en el atentado a la casa de Antonio Bonfatti en 2013. Por todo eso, Pullaro hizo conocer una lista de presos reincidentes que interpela el desempeño del Poder Judicial.

"Entre el 1º de enero de 2014 y la actualidad hubo 928 detenidos reincidentes. Es decir, personas que cometieron un delito penal en más de una oportunidad, que fueron condenados y reincidieron, y se los volvió a condenar, algunos hasta 7 u 8 veces. Y más de 240 de esas personas cometieron más de dos delitos", señaló.

"Nosotros hacemos un esfuerzo como Ministerio de Seguridad para que la policía tenga más acción y más eficiencia, pero también necesitamos un mayor acompañamiento de la Justicia. Venimos tomando decisiones difíciles que seguirán mejorando los dispositivos de prevención, pero todo esto no alcanzará si no enfrentamos el problema desde los tres poderes del Estado. Si no, el camino se hace cuesta arriba", recriminó.

Pullaro marcó que "en las últimas horas tuvimos cuatro evadidos recapturados en Rosario. Y preocupa la cantidad de detenidos que muestran reincidencia delictual en los últimos meses". Y con eso lanzó la catapulta de nuevo hacia Tribunales: todavía está fresco el caso de Ricardo Albertengo, que el año pasado había salido de prisión con autorización judicial, y que estuvo libre hasta el mes pasado, cuando asesinó en Corrientes al 300 al policía Mauro Mansilla.

Pullaro también enfocó las sombras que se yerguen sobre Fabricaciones Militares y su arsenal de Fray Luis Beltrán, a cuento de la denuncia de faltante de municiones que semanas atrás propaló el titular nacional de esa dependencia. Entonces en estas horas, Pullaro observó "la cantidad de municiones secuestradas con inscripciones de Fabricaciones Militares". Y agregó: "Estoy muy preocupado y ocupado en esas cuestiones. Me pregunto por qué no se tomaron las medidas de protección por parte del Estado nacional. En diferentes allanamientos hemos encontrado balas y granadas de FAL (fusil automático liviano), así como también gases lacrimógenos con insignias de Fabricaciones Militares", remarcó.

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