CIUDAD › RECONOCEN CONTAGIOS DE HEPATITIS EN PACIENTES RENALES DIALIZADOS.
En el hospital investigan cómo fue que al menos doce pacientes del Servicio de Diálisis se infectaron. A priori lo atribuyen a un mal manejo de las medidas de bioseguridad. También detectaron casos similares en terapia intensiva.
› Por Luis Bastús
Las autoridades del Hospital Centenario investigan la aparición de infecciones por hepatitis C en pacientes de su Servicio de Diálisis, un problema que motivó el refuerzo de medidas de bioseguridad y capacitación del personal, debido a que los contagios se produjeron por deficiencias en el manejo de elementos empleados en el proceso de purificación sanguínea, según reconoció el director del centro médico, Adrián Rascón.
La información surgió desde el entorno de los 120 pacientes que se dializan en el efector de Urquiza y Francia, a medida que se fueron registrando cuadros de hepatitis.
En el Centenario funciona el único centro de diálisis del sur de la provincia de carácter público. La mayoría de sus pacientes tienen escasos recursos económicos, y muchos viajan hasta 3 o 4 veces por semana desde localidades de la región para someterse a diálisis. Este proceso lo realiza una máquina que cumple las funciones de un riñón en pacientes con esa insuficiencia. Filtra toxinas y exceso de agua en la sangre, condición indispensable para vivir.
Allegados a algunas personas dializadas refirieron la existencia de 23 personas de esa comunidad que contrajeron la variante C del mal hepático, y que cinco de ellas fallecieron padeciéndolo. Las fuentes que revelaron la situación a este medio apuntaron hacia el jefe del Servicio de Diálisis, Osvaldo Rodenas, como responsable. Este profesional enfrentó años atrás un problema parecido, cuando hubo un brote infeccioso y murieron 9 pacientes. En aquel entonces, Rodenas fue separado del cargo y restablecido sin causa judicial en contra.
Consultado al respecto, el director del Centenario admitió que detectaron contagios de esa enfermedad hepática entre los pacientes de Diálisis y que por eso, junto al Comité de Infecciones del hospital, decidieron abrir una investigación. Pero negó que esas infecciones hayan causado la muerte de pacientes que, dentro de la particularidad de cada caso, son personas con la salud vulnerable. Y circunscribió el universo del problema a "10 o 12 pacientes en estos meses", según dijo, para referirse a noviembre del año pasado como el momento en el que detectaron los contagios y resolvieron intervenir.
Rascón señaló que hasta ahora todo indica que las infecciones se produjeron con el manejo de los catéteres que se implantan al paciente, previo a la conexión con la máquina de diálisis. Y reveló que también detectaron infecciones de esa índole en pacientes que pasaron por la unidad de terapia intensiva.
"Estamos investigando. Lo que sabemos -dijo el director- es que hubo muchas infecciones en los catéteres transitorios. Al paciente que entra en diálisis -explicó- se le pone un catéter hasta que un cirujano vascular le hace una fístula, que es una cirugía en quirófano que consiste en la conexión de arteria y vena del paciente a la máquina, y así se evitan las infecciones. Pero entre la colocación del catéter y la fístula no debe pasar mucho tiempo, porque si no se infecta", señaló Rascón. "La posibilidad de infecciones en catéteres existe siempre, pero debe ser en un porcentaje menor si se toman las medidas adecuadas", advirtió el médico.
Pese a sus reparos hasta que la investigación finalice, el profesional afirmó a Rosario/12 que "en esto hubo una deficiencia en el manejo e intervinimos para modificarlo. Hicimos hincapié en el cuidado paciente por paciente, que la norma de bioseguridad debe ser una regla con cada paciente. No hay que relajarse porque es una zona crítica, y Diálisis no es una sala común que puede tener otros tiempos. Por eso pusimos dos cirujanos vasculares, para acortar tiempos. Hay pasos que no pueden saltearse. El personal lo tomó bien y está cumpliendo. Elevamos la información al Ministerio de Salud y, llegado el caso, puede que haya alguna sanción o no. Lo determinará la autoridad ministerial".
Rascón explicó que decidió iniciar la investigación interna "porque hubo un alerta, nos llegó la información (de que se sucedían las infecciones), supimos que el problema estaba en los catéteres e intervinimos. Modificamos (el manejo) y ahora estamos investigando. Hay muchos pacientes con serologías previas y no podemos adelantar un juicio así nomás, hay pacientes que son adictos y continúan su consumo a pesar de que están con diálisis, por lo que tienen una posibilidad extra de contagio", sopesó el director del Centenario.
Rascón negó de plano que se hayan producido muertes en esta situación. Los pacientes fallecidos -allegados a ese grupo refieren dos muertes el mes pasado, y otras tres en la última semana- perecieron, según el médico, "por causas propias: en diálisis hay pacientes panvasculares, secuelares, diabéticos, no han muerto por cuestiones del hospital. Lo afirmo. Hay fallas del organismo, insuficiencia cardíaca, paro cardiorrespiratorio, muerte súbita, son las causas más comunes, pero por infección de catéteres no hubo muertes. Estamos evaluando los pacientes que ingresaron con serología positiva, cuántos con HIV, cuántos con hepatitis B o C, y ver cómo evolucionó. No hay nada que tapar, cuando tengamos los datos certeros los comunicaremos", remarcó.
Antecedente. El Servicio de Diálisis del Hospital Centenario estuvo hace trece años en el ojo de la tormenta. Entonces, corría el año 2003 cuando 16 pacientes resultaron infectados con hepatitis B, y nueve de ellos fallecieron. Como consecuencia, fue desplazado el director del Servicio, el nefrólogo Osvaldo Rodenas, a quien se lo restituyó en el cargo nueve años después.
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