CIUDAD › 3/01/1999
› Por Pablo Feldman
"Venga el viernes". Carlos Reutemann había marcado la hora para el reportaje. "Pero el viernes es primero de año", fue la respuesta del cronista. "¿Y?", dijo el senador poniendo fin al diálogo telefónico.
"Espero estar en pie, nadie tiene la vida comprada, después que sea aquí o en otro lado no es importante", fue la respuesta de Carlos Reutemann a la pregunta sobre "¿dónde cree que va a estar el primero del año que viene?" que con pretendida ironía sugería la posibilidad de la Residencia de Olivos. "Lo del lanzamiento de mi campaña presidencial es un bolazo espectacular", dijo más de una vez. Al rato reconoció que "en las cosas importantes hay un momento irrepetible, único, y éste puede ser", pero nuevamente dejó en claro que "eso no quiere decir que uno vaya a tomar" una de esas "oportunidades únicas". Habló de su admiración por Menem, dijo que "la interna es inevitable" y que si tuviera que sacarse una foto con alguien para sumar votos "no sería con ningún dirigente".
-¿Se puede ser candidato del peronismo en contra de Menem?
-Las elecciones de este año van a encontrar a Menem presidente de la república y presidente del PJ, así que va a tener que ver con la campaña.
-¿Le cuesta mucho hacer equilibrio en la relación con el Presidente teniendo en cuenta que usted es senador del PJ, pero sabiendo que un abrazo de Menem puede ser como el abrazo del oso?
-En principio debo decirle que fue Menem el que en enero de 1991 me invitó a participar en el "fascinante mundo de la política" como dice él. Yo lo he seguido y le tengo mucho respeto más allá de la gestión de gobierno y de las transformaciones que hizo en la Argentina. Yo le admiro el olfato, el instinto, y el haber nacido en Anillaco y llegar a donde llegó. No llega cualquiera a ser diez años presidente, viniendo de Anillaco. Además tiene una capacidad de aguante que es admirable: estuvo preso, luchó mucho y además porque le pegan, le pegan, y le pegan y sigue firme.
-¿Hay algo que le critique?
-Creo que padece el desgaste natural de la función. Una sobresaturación que también tuvieron otros mandatarios como Felipe González en España o Helmut Khol en Alemania. Pero creo que Menem no lo siente así, cuando sale a la calle la gente le muestra afecto, cariño, y por eso a él le queda la duda siendo un hombre que siempre quiere ganar, que sea la gente la que lo mande a la casa, probar otra vez con las urnas.
-Pero eso es inconstitucional, no puede pasar, ¿o usted cree que sí?
-Yo sé que no puede pasar porque lo prohíbe la Constitución, y no hay reforma y no hay reelección. Pero igual me da la impresión de que él cree que podría ganar otra elección.
-¿Usted cree que Menem sería el mejor candidato del peronismo?
-Hay que hacer la diferencia: una cosa es dentro del PJ y otra es desde afuera. Si se hiciera una interna del peronismo, probablemente Menem surgiría como el mejor candidato. Más profundamente, hay que pensar que Alfonsín se fue seis meses antes del gobierno y se volvió a reciclar diez años después y está sentado en la mesa de la Alianza, así que Menem puede pensar lógicamente que su figura seguirá creciendo a través del tiempo.
-No me contestó...
-Yo no sé cómo se sentiría Menem si la gente lo manda a la casa.
-¿Quién es el mejor candidato del peronismo?
-El que gane la interna.
-¿Si usted es candidato, tendrá que ser por haber ganado la interna?
-El que sea tendrá que ganar la interna.
-La semana pasada se dijo que habría una reunión de gobernadores peronistas y un pronunciamiento del Consejo Nacional del PJ a favor de su candidatura y a partir de eso usted se largaba.
-Ese es uno de los grandes bolazos, un invento infernal. A mí me gustan las internas, siempre me gustaron, y ahora las abiertas que generan una situación fantástica. Yo nunca le pedí el aval a nadie, no hablé con nadie, ni me ofrecieron nada, son todos bolazos espectaculares.
-¿Usted cree que le puede ganar la interna a Duhalde?
-Yo no soy candidato, mal puedo pensar en eso.
-¿Pero antes de serlo se va a poner a pensar?, porque ser candidato para perder no creo que le guste.
-A nadie le gusta perder, pero yo hice un análisis hasta marzo del año que terminó y en ese momento levanté el pie.
-¿Qué fue lo que pasó para que vuelva a poner el pie?
-De lo que pasó me enteré por los diarios, hasta llegaron a ponerle fecha al lanzamiento de mi candidatura, que pedí esto a los gobernadores que pedí aquello... todo un cuento espectacular. Aquí hay alguien que largó esto como un globo de ensayo, que lo está monitoreando, que en estos 7 u 8 días dio buenos resultados y ahora van varios a cosechar lo que ése sembró, pero no creo que siendo el principal interesado me tenga que enterar por los diarios.
-¿Cuándo se va a reunir con el Presidente?
-Nos habíamos visto en Laguna Paiva (en el acto de entrega del Ferrocarril Belgrano a La Fraternidad) y allí quedamos en vernos, pero no hay fecha. Pero la idea es hablar de la cosa en Santa Fe.
-¿La postergación de la interna del PJ lo favorece?
-Son todas hipótesis. A mí me marcó la elección de Santa Fe cuando gané la gobernación. Allí yo salí y llevé el tren a remolque, yo era la locomotora. Esto es totalmente lo opuesto a lo que viví y me entusiasmó; aparezco ahora sobre un andamio y no sé quién lo mueve ni por qué se mueve. Prefiero moverme yo y no que me muevan, que armen todo y estar ahí parado.
-Parece que usted no confía mucho en los que mueven el andamio.
-(Carcajada...)
-Se lo pregunto por Corach y Kohan, con quienes se sabe usted mantiene una vieja enemistad.
-Bueno, pero esto es una cuestión más que nada de intuición y sentidos. No es lo mismo tirar de un tren que estar parado arriba de un andamio, que se le mueve a cada rato y no sabe quién mierda lo mueve.
-¿Pero hay gente en el Gobierno que puede mover el andamio para que avance y otros para hacerlo caer?
-Sí, pero para hacerme caer primero tendría que subirme, y yo no me desespero por ser candidato ni por estar donde estoy.
-¿Usted cree que el peronismo le puede ganar a la Alianza?
-Falta mucho para la elección. La Alianza hace mucho que está en campaña y empieza a sentir el deterioro, son bastante contradictorios, me parece que pueden pasar muchas cosas. Yo no me atrevería a decir quién va a ganar, la clave está en el electorado independiente. Veremos qué busca la gente; confiabilidad, continuidad, creo que la gente busca alguien que le brinde seguridad.
-¿Usted se coloca fuera de esa descripción?
-Una cosa es ser precandidato, después candidato, después ganar...
-Y finalmente gobernar...
-Le diría que lo más fácil que veo es gobernar.
-¿El mayor nivel de conflictividad lo da la interna peronista?
-Exactamente. Me da la impresión de que los años por venir son los diez mejores. Esto lo estuve charlando con empresarios y economistas de enorme confianza que hablan maravillas del futuro y a pesar de lo que parece ahora se viene un buen momento.
-¿Estuvo buscando ministro de Economía?
-No, no, afloje un poco, son todas hipótesis, mejor no hablemos.
-Porque si me dice Cavallo, no lo puede ir a ver a Menem.
-Yo creo que Cavallo es un profesional muy valioso. Es un innovador, lo conozco desde hace muchos años, cuando hacía poco que yo había dejado el automovilismo y vino a dar una conferencia a Santa Fe y ya se veía que era de esas personas que nacen para lo que hacen: probablemente en el moisés haya tenido una calculadora y una computadora. Es un hombre con una personalidad muy compleja, tal vez malhumorado, pero con capacidad de trabajo y grandes ambiciones. Y ha tenido una muy buena época con todo el apoyo político que le brindó Menem.
-Me parece que en su respuesta usted calcula que mañana con el diario en la mano más de uno va a entrar en el despacho del Presidente diciéndole "mirá lo que dice el Lole de Cavallo".
-Yo no estoy diciendo nada que a Menem lo pueda ofender. Si ellos han tenido problemas, allá ellos, yo le contesto lo que me parece.
-¿Duhalde no insistió con que sea su compañero de fórmula?
-Ya se lo he dicho varias veces: no voy a acompañarlo a él ni a nadie.
-¿Usted va de presidente o se vuelve a Santa Fe?
-Sí, vio que últimamente todos me "condenan" a Santa Fe. Menem, Duhalde, todos dicen "el Lole en Santa Fe gana seguro", pero me mandan el "huesito" para que me quede en Santa Fe. Hablan de Santa Fe como si fuera una maceta, y Santa Fe no es una maceta, es el segundo distrito del país, con un caudal electoral importantísimo.
-¿Si se vuelve a Santa Fe, espera hasta el 2003?
-No. "El santo pasa una sola vez por la puerta de casa". En la vida hay oportunidades que son únicas, que no se repiten.
-Habla como si ésta fuera la suya...
-Puede ser, pero eso no quiere decir que uno la vaya a tomar. Hay circunstancias que condicionan las decisiones. Pero de lo que sí estoy seguro es de que en la cosas importantes de la vida hay un momento, una vez; que es irrepetible.
-¿La fórmula con Antonio Cafiero le gusta?
-Yo preferiría no avanzar.
-Pero Cafiero no se ofende, así como a usted lo "condenan" a Santa Fe. El dijo que lo acompañaría como vicepresidente.
-Cafiero conmueve a las bases. He viajado mucho con él por distintas provincias, la gente vieja del peronismo se emociona con él, sacan el carnet del '45 y es un espectáculo aparte. Sabe, conoce: Cafiero no tenía treinta años y participaba del gabinete de Perón.
-Si usted se tuviera que sacar una foto con alguien para que le sume votos, ¿a quién elegiría?
-Con algún independiente.
-¿Nadie de su partido?
-Acá va a haber polarización, y con los de mi partido no alcanzará para ganar. Hay que ganar en primera vuelta, así que la foto en vez de con un independiente me la sacaría con la gran masa de independientes que va a definir esta elección. No me la sacaría con ningún dirigente.
-¿Ni siquiera con Menem?
-Con Menem ya tengo... (risas)
-Si Menem le pide que sea "su candidato", ¿qué le va a decir?
-Eso no va a pasar. Menem va a esperar al candidato en el podio.
-¿Usted estaría cómodo siendo el candidato de Menem?
-Si eventualmente yo fuera candidato, sería únicamente porque habría ganado la interna del PJ, y Menem seguirá siendo el presidente del partido le guste o no le guste.
-Eso lleva a aquello de "Reutemann al gobierno, Menem al poder" ...
-Esa frase en la Argentina fue muy desafortunada...
"El santo pasa una sola vez por la puerta de casa", dijo Carlos Reutemann la mañana del 1 de enero de 1999. Estaba convencido de que "en la vida hay oportunidades que son únicas, irrepetibles". Hablaba, por primera vez desde su irrupción en la política -allá por 1990, cuando Rosario/12 comenzaba a salir- de su candidatura a la presidencia de la Nación. Ese año, el radical Fernando de la Rúa derrotó a Eduardo Duhalde, y otra vez después de la debacle del 2001 el nombre del ex-piloto de Fórmula Uno sonó para la Casa Rosada. Pasaron casi 8 años y si hay algo que reconocerle al Lole es que fue fiel a sus dichos: "En las cosas importantes de la vida hay un momento, tal vez sea el mío, pero eso no quiere decir que lo vaya a tomar". Así fue, así es, y así será... (P.F.)
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