El principal dirigente de Coalición Cívica en Santa Fe, Pablo Javkin, neutralizó el ataque que le prodigó la diputada Elisa Carrió por no haber roto con el Frente Progresista, y lo hizo bajo la vieja premisa "el que se enoja, pierde". Y redujo el embate de su ex mentora política a "el interés de dirigentes nacionales por evitar que el Frente Progresista prospere en el tiempo; es evidente que hay presión de afuera para intentar romperlo".

El actual secretario general del gabinete de la intendenta Mónica Fein dedicó buena parte de la jornada a responder a la prensa acerca de las palabras de Carrió vertidas el fin de semana en su visita a Santa Fe. Esta se había declarada "harta de los socialistas" porque --dijo-- siempre la traicionaron, y despreció que "algunos de los nuestros hayan obtenido cargos con ellos, como Pablo Javkin". Y la remató diciendo que ella quiere que el próximo gobernador santafesino sea el diputado PRO Luciano Laspina.

Como Javkin tuvo a su cargo ayer la presentación del sistema simplificado de trámite del carnet de conductor en los distritos municipales, se expuso a los micrófonos y respondió, pero sin devolver la provocación de la legisladora chaqueña.

El ex diputado nacional dijo que no está peleado con Carrió porque él asume el debate en el plano político, no personal. Y desde ese punto, explicó: "Hay un largo debate sobre nuestra ubicación dentro del Frente Progresista en Santa Fe. Son posiciones diferentes surgidas en el último tiempo. Ella está en su derecho de hacer y decir lo que considere adecuado para su estrategia de participar dentro de Cambiemos. Yo no, y creo que es importante que el Frente Progresista se sostenga, y que las provincias tengamos nuestras propias configuraciones políticas, más allá de los intereses que se jueguen a nivel nacional. Si no, es difícil pensar un país federal si ni siquiera se puede discutir dentro de cada fuerza política", expuso.

Consultado por Rosario/12 acerca de la misma posición bifronte que la CC exhibe como la Unión Cívica Radical, alineada a Cambiemos en lo nacional, y al Frente Progresista en la provincia, Javkin lo circunscribió a una vieja discusión sin resolución todavía. Puesto a decidir, él cerró toda posibilidad a caminar por la senda del macrismo. "Hay cuestiones de fondo como la lucha contra la corrupción, la no extranjerización de la tierra, y tantos otros temas que explican por qué estoy en el Frente Progresista y no en Cambiemos", remarcó.

Por otra parte, minimizó los dardos de Carrió porque "el tenor de una acusación se mide según la fortaleza de los argumentos, y Lilita se equivoca: habló de una elección de 2007 en la que yo no fui candidato, y en cuanto a mi elección como presidente de la Coalición Cívica, ella misma me apoyó. Luego tomé licencia de ese cargo para asumir la función pública".

De esa manera, sintonizó la respuesta con los socialistas Hermes Binner y Rubén Galassi, que ignoraron la ofensiva: "Siempre viene a intentar destruir el Frente", dijeron. "No me parece lo mejor (la actitud de Carrió) pero tampoco es algo novedoso. Hoy hay fuertes presiones de la dirigencia nacional para intentar romper el Frente Progresista. En 20 años de esta fuerza, esta situación pasó muchas veces, sólo que ahora tiene más impacto porque está ese interés externo de que nos peleemos. Veremos qué triunfa en el tiempo. Creo que las construcciones políticas locales tienen raíces más firmes", señaló Javkin.