Los hermanos Milton y José Damario fueron condenados a 16 y 17 años de prisión por el homicidio de Lucas Espina, perpetrado en enero de 2013, en barrio Tablada. La causa tuvo derivaciones impensadas: Norma Bustos, madre de la víctima, fue la primera en animarse a sindicar a los homicidas --también, señalados narco-- y llevar testigos al Tribunal, lo que le costó la vida. En noviembre de 2014 fue baleada en un intento por lograr impunidad en el crimen de su hijo. Aunque su muerte no está esclarecida, su lucha logró el objetivo buscado: cárcel para los acusados asesinos de Lucas. Un testigo protegido y los testimonios que acercó Norma, permitieron la condena. Un tercer acusado fue sentenciado a tres años en prisión condicional por encubrimiento.

En el inicio de la investigación por el crimen del pibe que ayudaba a su madre en la rotisería, los testigos citados aseguraban no haber visto nada. "Muchos no tuvieron la intención de decir todo lo que saben, puesto que manifestaron tener que volver a vivir al barrio. Pudo advertirse en sus rostros, en sus gestos, el pavor que da saber que todo lo que pueda decirse, tarde o temprano, puede 'trascender'", planteó en su fallo el juez de Sentencia Nº 5, Gustavo Salvador.

"Entreguen a Joel", gritaban los que dispararon con un ametralladora y una pistola, desde un auto, a un grupo de cuatro chicos que tomaba cerveza en la esquina de Pavón y Santa Rosa de Lima. En Tribunales, ningún testigo supo decir quiénes eran los que buscaban a otro pibe del barrio.

Pero con el correr de los días, los comentarios comenzaron a circular en el barrio, y mencionaban a los hermanos Damario. Tanto Norma como un testigo protegido se animaron a nombrarlos en Tribunales. La acusación apunta a que Milton --también sindicado por los crímenes de Claudio "Pájaro" Cantero y Juan Pablo Colasso-- y José se trasladaron en un auto gris hasta la esquina de Santa Rosa de Lima y Pavón. Allí se encontraba reunido un grupo de cuatro jóvenes a los que acribillaron a tiros para luego darse a la fuga. Del ataque resultó muerto Espina, y otros dos jóvenes fueron heridos. Por eso, los delitos achacados fueron "homicidio y tentativa de homicidio", para los dos hermanos, mientras que a José se le agregó un encubrimiento, porque se encargó de conseguir un auto que había sido robado por un tercero, para cometer el hecho.

Norma Bustos se presentó en la fiscalía de turno tres días después del crimen de su hijo, de 25 años. "El 27 de enero de 2013 a la madrugada mi hijo hacía una hora que había salido de mi casa y se encontraba enfrente con tres amigos. Alrededor de la 1 de la madrugada se escuchó una ráfaga de tiros, por lo que salí inmediatamente a la calle pero no vi a mi hijo. Vi a un vehículo color claro, posiblemente gris, que circulaba por calle Pavón, que efectuaba disparos hacia el jardín de una casa. De ahí dobló hacia Santa Rosa de Lima donde se encontraba toda la familia C. y escuché gritos: 'Hijo de puta; cómo podés hacer una cosa así'. En ese momento sale la dueña de la casa de enfrente, diciéndome que en el jardín de su casa había una persona herida, y cuando me acerqué vi que era mi hijo", relató la mujer. Y agregó: "Ayer mi hermana se cruzó con una vecina, quien le comentó que uno de los que bajó en la casa de los C. era Milton Damario, apuntándolos con un revólver en la cabeza. Pepe Damario también se encontraba en el vehículo".

Los datos del auto y los hechos fueron coincidentes con lo relatado por los chicos que lograron salvar sus vidas pero nadie se atrevía a dar el nombre de los sindicados. Días después, Norma volvió a Tribunales con más datos. "Nombraron a tres que venían en el auto, los dos hermanos Damario y uno que le dicen 'Tiburón'", reveló.

En tanto, un joven que fue testigo presencial se animó tiempo después a declarar y decir que mientras intentaba esconderse de quienes disparaban, logró verle la cara a los hermanos Damario. El joven fue amenazado y obligado a desdecirse. Sin embargo, las autoridades judiciales advirtieron esa situación y lo volvieron a citar, por lo que se le brindó protección y se abrió una investigación por ese hecho. Tras ello, el joven ratificó sus primeros dichos.

El magistrado hizo referencia a las declaraciones de Norma para esclarecer la muerte de su hijo. "Declaró hasta donde la dejaron", dijo. Tres tiros desde la ventana del kiosco, alcanzaron para terminar con su vida.