Un pozo ciego de más de dos metros de profundidad, tapado de tierra, ocultaba el cuerpo del joven de 21 años, Fabricio Zulatto, que era buscado desde el martes pasado por su familia. El mismo se encontraba en el patio delantero de una casilla, calificada como "aguantadero" por los investigadores, ubicada en la precaria zona de Génova al 2100, pegado a las vías del ferrocarril. Un testimonio dio cuenta de que allí funciona un kiosco de drogas. Además, hubo otros cuatro allanamientos, durante la madrugada de ayer, en los que la fiscalía detuvo a Omar M. y demoró a otros tres (que fueron liberados por la tarde). El móvil del homicidio no está claro y se mantienen datos en reserva, según dijo la fiscal Georgina Pairola; por lo que muchas dudas giran en torno al caso: el cuerpo presentaba un tiro en la frente y una herida cortante en la parte superior del cráneo. No se hallaron documentos ni el celular de la víctima. Una vez que la familia reconoció el cuerpo del joven en el Instituto Médico Legal, la fiscal confirmó la identidad.