Dom 21.08.2016
rosario

CIUDAD › EL CASO DE LA NENA DE 14 AñOS DETENIDA POR LA POLICíA Y QUE LUEGO APARECIó VIOLADA

Una trama escabrosa con uniformados

La niña salió de su casa y fue demorada en la vía pública por polícías de civil que le hicieron señas a un patrullero. Dijeron que buscaban droga en la mochila de la chica y la detuvieron. Después apareció en su casa y contó que abusaron de ella en un descampado.

› Por José Maggi

Más allá del esfuerzo de voceros oficiales por correr del centro de la escena a la policía, puede verse claramente que detrás de la brutal violación de una chiquita de solo catorce años ocurrida el ultimo martes en la zona sudoeste, se visibilizan varios uniformados. Rosario/12 accedió al relato pormenorizado de la madre de Aldana, la joven víctima. De este registro se desprende que minutos antes de ser ultrajada, sufrió una detención en plena vía pública con la anuencia de un móvil policial, con la excusa de buscar droga en su mochila. Los ocupantes de ambos vehículos ( uno identificado y el otro no) hablaron, intercambiaron información, y por ende se reconocieron como efectivos en actividad.

"El jefe -como lo llamaba Sebastián, con ropa y calzado policial- ingresó a la casa casi derruída: "pasá estás en tu casa, tomate el tiempo que quieras", le dijo el casero, con familiaridad. Entonces la llevaron a Aldana debajo de un árbol. Como la nena empezó a llorar, el Jefe disparó dos tiros al aire, la tiró al piso y con el arma apuntándole en la cabeza la empezó a violar". El lunes el defensor general Gabriel Ganón presentara ante la fiscal Carla Cerliani, a cargo de la investigación, para que Gisela, la madre de la víctima sea reconocida como querellante.

El relato de la mujer es claro: el día Martes 16 Aldana salió de la escuela "Sabín" de Barrio Acindar, alrededor de las 18 como es habitual, en dirección a su domicilio en calle Dr. Rivas 3800, donde vive con sus abuelos. Para volver a su casa, normalmente camina unas diez cuadras, por Avellaneda hasta Dr. Rivas. Algunas veces se detiene en la casa de su tía en Avellaneda 4200. Ese día este familiar no se encontraba. Detenida en esa cuadra, vio como un automóvil marca Fiat Duna color plateado o gris con vidrio polarizados se detuvo frente a ella, uno de su ocupantes la detuvo y le dijo que esto era producto de un operativo producto de que en su mochila llevaba "droga" porque ella iba a hacer una entrega. Luego de eso un patrullero pasó por la mano contraria. Los ocupantes del Duna le hicieron señas para que se detenga. En ese momento descendió un policía uniformado del móvil policial y le revisó la mochila que llevaba consigo, mientras le preguntaban si tenía "la droga" y si era ella la que "vendía droga en el puente". Luego el móvil policial se retiró y Aldana continuó la marcha hacia su hogar, hasta que en la intersección de Dr.Rivas y Avellaneda el Fiat Duna que vio antes, se detuvo y entonces pudo observar que dentro de este vehículo se encontraban dos hombres. La nena fue tomada del cabello y de su mochila, introducida por la fuerza al auto y, sentada en el asiento del acompañante. A este último, el conductor lo llamaba "Sebastián", estaba vestido con ropa policial e incluso usaba los "zapatos" propios de la fuerza. La chiquita escuchó que esta persona llamaba al conductor del automóvil como "jefe".

Entonces dirigieron el auto por calle Avellaneda hasta Uriburu en donde doblaron con dirección a la Jefatura de Policía. Los dos hombres le advirtieron que por la cuestión de "la droga" la iban a dejar detenida. Mientras tanto le hicieron recorrer el perímetro de la Unidad 6 -la alcaidía de Jefatura- hasta que decidieron volver a tomar Uriburu en el sentido que va a Circunvalación (de Este a Oeste). Una cuadras antes de llegar, entraron con el vehículo a un descampado, donde había una casa en construcción. Dentro de la misma se encontraba un hombre que le dio la bienvenida al conductor con la frase: "pasá estás en tu casa, tomate el tiempo que quieras".

En ese momento se bajaron del auto y la llevaron a Aldana debajo de un árbol. Como la nena empezó a llorar, el llamado "Jefe" disparó dos tiros al aire, la tiró al piso y con el arma apuntándole en la cabeza la empezó a violar. Los demás hombres que se encontraban en el lugar lo dejaron solo. Esta persona le dijo en ese momento que le hicieron esto porque si no "la hubieran tenido que matar". Luego le exigió que le diera el número de teléfono de su casa, para llamar a su familia, diciéndole después que nadie le atendió.

Luego de todo ello los hombres la obligaron a Aldana a subir al auto y la llevaron a su casa, pero al ver que sus familiares estaban en la vereda, no se detuvieron. En el camino ella pudo escuchar decir a estas personas "nos equivocamos de chica, no es la que buscábamos. Buscábamos a una chica con mochila negra y algo rojo" (ella llevaba una mochila con el escudo de Ñuls). Continuaron el recorrido y siendo las 20, la bajaron del auto, aparentemente en el mismo lugar en que la habían forzado a subir al mismo. Entonces, como pudo, la chica se fue caminando hasta su casa e informó a los abuelos lo sucedido.

Inmediatamente su abuela se dirigió a la Comisaría 18° a fin de efectuar la denuncia. Allí un empleado policial le recomendó hacer la denuncia a la Comisaría de la Mujer, donde le confiaron que ya habían tomado varias denuncias sobre hechos similares, respecto del mismo vehículo.

En primera persona, su madre relató :"fuimos a la Comisaría de la Mujer, para poder hacer la denuncia y para que mi hija fuera asistida. Estuvimos en ese lugar hasta que a las 2 de la mañana la revisó un médico. Luego llegó personal de la PDI y mantuvimos conversaciones sobre lo sucedido, quedándonos en la comisaria hasta las 4 de la mañana".

Sin embargo "la ropa que tenía puesta mi hija al igual que la mochila que llevaba no fueron custodiadas y aún permanecen en nuestro poder sin que se haya preservado como prueba de los hechos". "Es mas -agregó- el celular que llevaba y con el que grabó a las personas que la secuestraron y la violaron tampoco fue preservado para extraer pruebas dactiloscópicas de los agresores que habían borrado las imágenes". Según la mujer "la policía nos manifestó que esas imágenes no servían como prueba".

El relato concluye: "A la mañana siguiente, miércoles 17 de agosto, la PDI junto con una Fiscal nos pasaron a buscar alrededor de las 8, para ir al lugar del hecho. Allí mi hija relató todo lo sucedido, mientras se tomaron fotografías y recolectaron elementos que pudieran resultar de interés. Recién en ese momento la Fiscal ordenó que llevaran a mi hija al Hospital de Niños Víctor J. Vilela, en donde los médicos que la vieron decidieron dejarla internada".

Es por ello que la madre de la adolescente y el Defensor Provincial solicitarán a la Fiscal que entiende la causa Carla Cerliani, que además de dictaminar sobre el pedido de constitución como querellante, realice algunas diligencias probatorias que profundicen la investigación sin desechar apresuradamente ninguna hipótesis, entre otras el secuestro de GPS y hoja de ruta de personal policial intervinientes en la zona; relevamiento sobre la existencia de cámaras de vigilancia y secuestro de las mismas en las zonas aledañas al hecho asignando para el cumplimiento de la misma una fuerza de seguridad que no dependa de la Unidad Regional II de Policía de la Provincia de Santa Fe.

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